El Gobierno cedió y acepta atenuar los aumentos en las tarifas
Peña recibirá a los jefes parlamentarios de Cambiemos. Se evalúa aplicar una tarifa plana que diluya los saltos tarifarios.
El Gobierno cedió ante la presión de sus socios y se mostró dispuesto a realizar algunos retoques en su política tarifaria. Los cambios, eso sí, serán de forma, no de fondo. Es que los aumentos de las tarifas de los servicios públicos no se modificarán, lo que se discutirá es la forma en que se cobrarán las boletas que lleguen con los nuevos incrementos.
Las quejas de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y de algunos de los referentes de la UCR terminaron por doblegar la resistencia de la Casa Rosada. Eso, sumado al fallido intento de la oposición por tratar el tema en una sesión especial en el Congreso, terminó por convencer al presidente Mauricio Macri de la necesidad de dar un gesto.
Es lo que sucederá hoy por la mañana cuando el jefe de Gabinete, Marcos Peña, reciba a las principales espadas de Cambiemos en el Congreso para debatir los posibles cambios; si bien en el Gobierno no tenían aún los detalles de la propuesta que les presentarán, una posibilidad es dividir las boletas de los meses de mayor consumo, en sintonía con la propuesta de la UCR. Una de las opciones más extendidas en la Casa Rosada y que podría imponerse hoy es la de implementar una tarifa plana.
Por la noche, vecinos de diferentes barrios de la Ciudad, el Conurbano y el interior protestaron contra los aumentos con un "ruidazo".
"Estamos dispuestos a escuchar cualquier alternativa sin desconocer que lo que tenemos que hacer es resolver el déficit fiscal. Lo que hagamos más lento por un lado tendrá que ser más rápido por el otro. Las propuestas tienen que tener madurez y sensatez fiscal", dijo el vicejefe de Gabinete Mario Quintana.
Si bien desde el Gobierno se esforzaron en resaltar que el Presidente siempre estuvo dispuesto a escuchar soluciones e incluso les reclamó a sus socios "opciones", una vez más fueron las quejas públicas de Carrió las que provocaron el cambio de posición oficial. La diputada calificó al Gobierno de "intransigente e inflexible".
Peña fue el encargado de calmar los ánimos. La llamó a Carrió, fueron varias conversaciones durante todo el día, y acordaron abrir una instancia de negociación entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo. Carrió lo celebró y remarcó las gestiones de Peña.
"Es de resaltar la actitud del señor Marcos Peña para lograr ello. Así funciona un gobierno con alianza electoral, pluralismo, diálogo y racionalidad. Aunque en la práctica parezca doble agente", escribió en Twitter la líder de la CC. La relación entre el ministro coordinador y Carrió pasa por su mejor momento.
El encargado de bajar el nivel de confrontación en los medios fue Quintana, otro de los interlocutores favoritos de Carrió en la Casa de Gobierno: "No tienen que asustar los matices. Conversé con Lilita [Carrió] y su preocupación es genuina por el impacto en los sectores medios y medios bajos de las facturas; su posición enriquece el proceso de discusión. No es una fractura ni un quiebre. Hay que celebrar la diversidad".
Tras el cruce, fue el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el encargado de organizar el encuentro del que participarán los jefes de bloque de Pro, Nicolás Massot; de la UCR, Mario Negri, y de la Coalición Cívica, Juan Manuel López. "Nuestros socios sabían nuestra política tarifaria. Lo que pasa con los precios no hace más que responder a la fórmula establecida y a la quita de subsidios planteada", anticipó Quintana.
Es decir, no habrá modificaciones en los incrementos establecidos en las audiencias públicas a principio de año. El Presidente está obsesionado con reducir el déficit fiscal y considera que la recomposición de las tarifas es un paso fundamental. Para que no haya dudas, desde Tucumán Macri ratificó ese camino.
"Siempre dije que no soy mago y tampoco soy estafador. Nada de lo que les prometan que viene de regalo puede ser verdad. Todo lo que vale se genera, se construye con esfuerzo personal", avisó el jefe del Estado.
Un hombre con acceso diario al despacho presidencial ofició de exégeta. "Que cada uno pague lo que consume", explicó uno de los principales asesores del Presidente.
En la propuesta que llevará hoy a la mesa el radicalismo se definen tres puntos claves sobre los aumentos en la tarifa del gas, que este año tendrá un incremento de cerca del 60%: aplicar un mecanismo que prorratee el mayor consumo de los bimestres 3°, 4° y 5° (temporada invernal) en el consumo de los bimestres 6°, 1° y 2° subsiguientes (temporada estival), pudiendo ser de aplicación anual o estacional.
Posponer el 50% de la última cuota de la revisión tarifaria hasta octubre de 2019. Y postergar las modificaciones de la tarifa social por un bimestre. Por las dudas, en el Gobierno ya están preparados para explicar el fondo de la cuestión: el objetivo es que la sociedad gaste menos energía. Un funcionario desplegó varios cuadros comparativos que presentarán en la reunión: las tarifas del gas en Montevideo y Santiago de Chile son 160% más caras que en la Capital. Y los porteños consumen 70% más que sus vecinos regionales.