El Gobierno bonaerense no quiere flexibilizar la cuarentena y pide consensuar las aperturas con la Ciudad
El viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, señaló que en los últimos 20 días hubo un aumento muy importante de la ocupación de camas.
Las diferencias entre el gobierno de Axel Kicillof y el de Horacio Rodríguez Larreta, que salen a la luz cada vez que llega la hora de definir la continuidad de la cuarentena, volvieron a quedar en evidencia: tras la reunión en la que se analizaron medidas para “oxigenar” la cuarentena, la administración bonaerense insistió públicamente con su pedido para que no se relajen las medidas de aislamiento obligatorio en el AMBA.
El viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires (PBA), Nicolás Kreplak, marcó que en un par de semanas se registró un aumento importante del número de contagios y de la ocupación de camas de internación: “Ahora estamos en un 43 o 44% de uso del sistema de Salud; con la cantidad de casos que tenemos ahora, faltarían entre 40 y 60 días para la saturación del sistema”, proyectó a modo de alerta.
“En el AMBA aumentaron mucho los contagios si uno ve 15 o 20 días para atrás y no hay ninguna razón para pensar que esto no vaya a seguir de la misma manera”, apuntó en declaraciones a Radio Con Vos. “Hay que hacer algo para que la tendencia cambie. No es momento de flexibilizar nada, sino de intentar que bajen los casos”, insistió.
Para Kreplak, “hay tareas que no son indispensables que hay que medirlas también”, por lo que “muchas cosas (actividades) podrían reducirse” para cambiar la tendencia y evitar el colapso de la estructura sanitaria. En ese sentido, consideró fundamental “evitar que se mezclen territorios”; una manera es desalentar que la gente que vive en zonas con pocos casos vaya a distritos con una alta circulación del virus. El análisis va en línea con lo que había manifestado el gobernador Kicillof hace dos semanas, cuando reclamó públicamente: “Si en la Ciudad van a abrir los comercios, que no vaya a trabajar la gente de la provincia de Buenos Aires".
El viceministro de Salud bonaerense también marcó diferencias con el análisis que hacen en CABA sobre la velocidad del número de contagios, bastante más benévola que la realizada por la administración provincial: “Hay que sentarse a discutir el cálculo que se hizo en la Ciudad. No creo que estemos en los números que ellos marcan”.
Por su parte, el jefe de Gabinete de PBA, Carlos Bianco, también hizo foco en el aumento de casos que se registró la semana pasada y en la necesidad de no habilitar nuevas flexibilizaciones. Esa intención, según el funcionario, se refleja en el apoyo que observan a través de las encuestas periódicas que realiza la administración provincial: “Entre un 75 y un 80 por ciento (de la población) está muy preocupado por el coronavirus y valida que se mantenga el aislamiento social, preventivo y obligatorio”.
Por supuesto, el funcionario aclaró que “la cuarentena no es cómoda para nadie” y por eso “hay matices, con sectores que se ven particularmente afectados por la caída de la actividad económica”, pero consideró clave entender que “no estamos ni cerca de la normalidad” porque todo es atravesado por “la peor pandemia de los últimos años y la peor crisis que ha tenido el capitalismo”.
Además, en declaraciones a radio La Red-, Bianco aclaró que hoy no tienen en mente habilitar las salidas recreativas para los menores en el conurbano porque el número de contagios no están en baja: “Hay una máxima de sentido común y es que cuando suben los casos, no hay que habilitar más circulación social”.
“Si nosotros liberalizamos rápidamente y damos excepción a cualquier tipo de actividad, vamos a tener un contagio muy rápido que nos va a hacer colapsar el sistema sanitario, porque si bien lo hemos mejorado, no tenemos el mejor sistema del planeta... los mejores del mundo han colapsado, entonces tenemos que ser muy cuidadosos”, analizó.
Finalmente, al ser consultado sobre si aceptarían que el gobierno de CABA habilite nuevas actividades, consideró que eso debería ser consensuado para evitar inconvenientes políticos y malestar social. “Si mañana alguna de las dos jurisdicciones decide abrir los bares, del otro lado van a empezar las presiones políticas para abrirlos también... Lo mismo el caso del retroceso de actividades. Aunque la tasa de contagio es mucho mayor en CABA, estamos en una realidad similar y experimentamos el problema del aumento de los contagios”, finalizó.
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