El Gobierno apunta a la Armada por ocultar las 8 llamadas del Submarino ARA San Juan
En total suman 55 minutos y ahora la fuerza admitió que existieron.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, cree que la Armada Argentina ocultó desde el inicio de la tragedia del submarino ARA San Juan que esa nave de guerra furtiva alertó mediante 8 llamadas por teléfono satelital que sufría problemas graves en medio del océano.
Cumplía una misión que tenía como destino Mar del Plata y había empezado en el puerto de Ushuaia. Y se perdió en un punto aún indeterminado del Atlántico Sur.
La sospecha es que la Marina no entregó a tiempo información primaria y crucial que podría haber generado un sistema de búsqueda desde el inicio del accidente.
Así se lo confirmaron al diario Clarín fuentes gubernamentales civiles que iniciaron una investigación interna sobre el accionar de la Armada en la que se considera la mayor tragedia naval en la historia de la Nación en épocas de paz.
Una de las 3 empresas que se encargaba de mantener el sistema de comunicaciones del submarino, Tecsa, confirmó que el capitán de fragata y comandante del ARA San Juan, Martín Fernández, llamó al menos 8 veces a la base naval de Mar del Plata detallando sobre desperfectos que, se conocería después, fueron fatales.
Esa sede de la Marina retransmitió las "novedades" inquietantes a la base de Puerto Belgrano, en el distrito de Coronel Rosales, donde se encuentra el Comando de Adiestramiento y Alistamiento.
Ni desde Mar del Plata ni desde Puerto Belgrano elevaron a sus superiores lo que sabían sobre ese buque pidiendo ayuda en estado crítico.
La información recién le fue reconocida, a medias, al jefe de la Armada, el almirante Marcelo Hipólito Srur, el viernes 17: 2 días después del último contacto.
Lo mismo le pasó al ministro Aguad. Casi 30 horas los primeros alertas emitidos por el ARA San Juan fueron conocidos por las autoridades de la fuerza y el Gobierno.
El funcionario se enteró de que el submarino estaba supuestamente "a la deriva" y ese mismo viernes 17, se pudo establecer ahora, ya había sufrido una explosión.
Ayer, el Gobierno forzó a la Armada a reconocer, de modo oficial y con documentación irrefutable, que un sector (los jefes de Puerto Belgrano y Mar del Plata) sabía que la nave no sólo había sufrido "avería" en sus baterías porque había entrado agua por el esnórquel: también, y sobre todo, se conoció que el comandante había hablado 8 veces a la base marplatense.
El total de esas comunicaciones atendidas suma 55 minutos. Fueron entre la 1:11 del 15 de noviembre y las 7:36 de ese mismo día. La llamada más larga supera los 13 minutos.
El listado de los llamados fue aportado por una de las 3 empresas que estaban encargadas de uno de los esquemas con los que contaba el submarino desaparecido para contactarse con tierra.
Esa compañía se llama Tecsa y manejaba las comunicaciones que se realizaban mediante el llamado método Iridium. El ARA San Juan contaba con otros 2 sistemas de comunicaciones para intentar hablar con el continente: se llaman Tonina y Eureka.
El sector de la Armada que trabaja en las bases de Mar del Plata y Puerto Belgrano, por razones que determinará la Justicia, no dieron a conocer las llamadas ni siquiera al jefe de su fuerza, Srur.
El ministro de Defensa, Aguad, fue el encargado de contactar a las autoridades de Tecsa, que aportaron los datos clave.
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, contó: "Ya hemos recibido esa planilla corroborando justamente las llamadas tanto de telefonía como de datos. Se aprovecha el mismo sistema para lo que es voz y datos. Son las primeras llamadas que hizo el comandante de la unidad informando de la falla y este cortocircuito y principio de incendio, humo sin llama".
Ayer insistió con que esa falla fue resuelta.
Esto agregó otro dato que empezará a ser analizado por la jueza Marta Yáñez, de Caleta Olivia, que instruye la causa judicial y busca saber si existieron responsabilidades en tierra que son delitos penales, cometidos por quienes pudieron saber qué pasaba con el ARA San Juan y, tal vez, no actuaron en consecuencia.