El gabinete de Axel Kicillof, las urgencias de la provincia de Buenos Aires y el trampolín para el 2023
Por Luciano Fryszberg. El gobernador electo sabe que se juega en estos cuatro años en la gobernación de Buenos Aires su salto a Nación.
El gobernador electo de Buenos Aires, Axel Kicillof tiene preparado en su cabeza un gabinete con nombres fuertes para la Provincia y tendrá una clara injerencia de su jefa política, Cristina Kirchner.
La ceremonia de asunción será el 11 de diciembre luego que Alberto Fernández asuma como presidente de la Nación. Se espera una fiesta de los militantes kirchneristas ese día.
Algunos de los pocos nombres que se pueden ir confirmando que acompañarán en la gobernación a Axel Kicillof son: Carlos Bianco como jefe de Gabinete, Sergio Berni en el ministerio de Seguridad, Pablo López en el ministerio de Economía, Agustina Vila en el ministerio de Educación, Daniel Gollán (puede ser alguien de su entorno como Nicolás Kreplak) en el ministerio de Salud, Fernanda Raverta en el ministerio de Desarrollo Social y Augusto Costa en el ministerio de Agroindustria.
La provincia de Buenos Aires tiene varios frentes abiertos a resolver. Sin duda, el hambre y la pobreza son temas centrales. Al igual que Alberto Fernández en Nación, Kicillof tendrá que implementar el plan contra el hambre (proyecto que lleva adelante Daniel Arroyo) apenas asuma.
Otra de las batallas que tendrá que llevar adelante la gestión de Axel es la inseguridad. Vivir en la provincia de Buenos Aires se ha convertido en un juego de azar. En algunos puntos de la Provincia, salir luego de las 18 horas genera miedo. No puede seguir existiendo esa sensación de inseguridad en la calle. Se avanzó mucho en los últimos años, pero la cantidad de robos por falta de patrullaje en algunas zonas es calamitosa. El Estado debe garantizarnos seguridad. Las señales que se pretenden dar desde la nueva gobernación es un cambio de paradigma sobre el control de las fuerzas de seguridad. Veremos cómo juega esa carta Kicillof. La lucha contra el narcotráfico, las mafias y la inseguridad debe ser una lucha tan dura como la del hambre.
Kicillof tiene junto a su equipo económico un plan estratégico para levantar las cientos de PYMES que destruyó el macrismo. La promesa del gobernador electo es darle condiciones de estabilidad, inversión y mercado. ¿Qué quiere decir esto? El Estado estará presente. Segmentación tarifaria y lanzamiento de líneas especiales de créditos motorizados por el Banco Provincia (el posible presidente del banco será Juan Cuatrommo).
Con lo que respecta a la crisis en la Educación, Kicillof debe poner el ojo en cuatro reformas con carácter de urgencia: infraestructura, comedores escolares, salario docente y la reforma educativa en los colegios secundarios. Apenas asuma el gobernador tendrá que sentarse en la mesa junto a Vila ya que tendrá una ardua negociación con los docentes. Vila es politóloga especialista en educación y es la secretaria académica de la Universidad Nacional de José C. Paz. ¿Podrán ganar la batalla contra la deserción escolar y los pobres salarios de los docentes?
Con lo que respecta a la salud, Kicillof deberá aplicar un cambio radical. El gobernador electo debe tomar un plan estratégico para crear más centros clínicos para los bonaerenses con la ayuda de los municipios. Muchos son los bonaerenses que deben perder horas de vida para atenderse en hospitales de la Ciudad. Kicillof habló con Horacio Rodríguez Larreta sobre la implementación de la historia clínica electrónica en los hospitales de alta complejidad tanto en Capital Federal como en la Provincia. El área de Salud quedaría a cargo de Daniel Gollán, a quien acompañaría Nicolás Kreplak, un tándem que ya trabajó en el ministerio nacional en los últimos años de la presidencia de Cristina Fernández.
El campo es uno de los motores productivos de la Argentina y, especialmente, de la provincia, donde se concentra una de las mayores producciones de soja del país y en donde miles de personas viven gracias a las ganancias que dejan diferentes facetas de la producción agropecuaria. Ese sector ha tenido una relación ambigua con el kirchnerismo a lo largo de la última década y esa es otra batalla que dará Kicillof. Para el Gobernador electo la mayoría de los productores están peor que hace cuatro años. El plan de acción que el ex ministro de Economía tiene en su cabeza está ligado al apoyo que pueda dar a través del Banco Provincia. Como repite en cada discurso público, pero también en privado, cree que la entidad bancaria le quitó el respaldo a los sectores productivos y que una parte del dinero que hace cuatro años se prestaba - a través de créditos -a ese sector, durante la gestión de Vidal fue colocado en letras y destinado al negocio financiero.
La falta de cloacas en el siglo XXI es inadmisible. La Provincia debe tomar cartas en el asunto y hacer un plan estratégico para que el ciento por ciento de los bonaerenses las tengan. Y no hablo de algún pueblo escondido del norte-sur o este-oeste de la querida Buenos Aires (que obviamente también deben tenerlas) sino de zonas cercanas al conurbano a 20 minutos de la Capital Federal.
Axel Kicillof se juega en cuatro años más que una buena gestión. Dentro del núcleo duro del kirchnerismo ven al gobernador electo como el futuro presidente de la Nación. Las bases de su gestión en la provincia de Buenos Aires dirán si está preparado para dar el gran salto.
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