El futuro del mundo es el tema excluyente
*Por Raúl Vives. El futuro económico del mundo es el tema excluyente. El próximo domingo la Argentina elegirá presidente por los próximos cuatro años; el resultado está descontado: Cristina Kirchner sería reelecta.
El futuro económico del mundo es el tema excluyente. El próximo domingo la Argentina elegirá presidente por los próximos cuatro años; el resultado está descontado: Cristina Kirchner sería reelecta.
La atención, entonces, está enfocada en las decisiones que tomaría la Presidenta para afrontar los remezones de la crisis internacional y resolver los problemas locales: la fuga de capitales, la inflación y las especulaciones sobre el dólar.
También hay cuentas pendientes de la Argentina con el resto del mundo. Cristina Kirchner participará el próximo 3 y 4 de noviembre en la reunión cumbre del G-20 en Cannes, un ámbito que tendrá una significación especial.
Existen objeciones que ya son públicas, de la administración de Barack Obama, la canciller alemana Angela Merkel, y otros países por la conducta argentina con el FMI, el Club de París y los bonistas.
¿ACERCAMIENTO?
¿Habrá señales de acercamiento? ¿O la Argentina persistirá en sus posiciones?
Este fin de semana en París, el jefe del Palacio de Hacienda Amado Boudou participó del encuentro de ministros del G-20. Se supone que su misión es desarticular esas objeciones y generar algún tipo de acercamiento que facilite a la Argentina volver a los mercados a tomar deuda el año próximo y normalizar su relación con el Club de París.
De todas maneras, no habría decisiones hasta después de los comicios del próximo fin de semana.
La cumbre de París, además, puede que tenga otras prioridades más urgentes. Estados Unidos y otros países como Australia o Canadá están ejerciendo fuerte presión sobre la Unión Europea para que termine con la crisis de Grecia.
El próximo domingo 23, mientras se vota aquí en la Argentina, una cumbre europea deberá aprobar el nuevo plan de salvataje griego, que incluiría una quita de alrededor del 50% de su deuda y fondos especiales para los bancos. Luego vendría la reunión de presidentes del G-20.
PENSAMIENTO EMPRESARIO
Volviendo sobre las tribulaciones locales, el Coloquio de IDEA que finalizó en Mar del Plata el viernes, fue un buen reflejo de qué piensa el mundo de los negocios sobre la crisis y el futuro de la Argentina.
No hay pronósticos de catástrofe o de devaluaciones feroces, pero existe una profunda preocupación por cómo afectará la crisis localmente. Hay algunos indicios positivos respecto a una semana atrás: Europa estaría más decidida a resolver sus problemas y los precios de materias primas como la soja se recuperaron 9% en lo que va del mes.
Aunque las tendencias de fondo están definidas, han aparecido luces de alerta sobre el desempeño de dos de las locomotoras, Brasil y China.
La tendencia de fondo es hacia un enfriamiento del nivel de actividad de los países como Estados Unidos y buena parte de Europa. Y a esto se agregaron las noticias más recientes sobre un freno generalizado del nivel de actividad en Brasil. La industria creció 0,6% en el tercer trimestre y caería en el último tramo del año. Serían tres períodos consecutivos sin crecimiento.
La inflación, a su vez, está en un rango de 7,3% aunque el titular del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, cree que de ahora en más descendería hasta mayo del año próximo en dos puntos porcentuales. La recaída del mercado brasileño en este contexto es mucho más perjudicial para la Argentina que la devaluación del real.
También existen temores por la evolución de China que ha recortado su tasa de crecimiento anual en dos puntos porcentuales y existen versiones de burbujas en el mercado de créditos y en el negocio inmobiliario. Tanto China como Brasil dependen de su mercado interno y de la incorporación de millones de habitantes al consumo cada año.
¿De que magnitud sería esa desaceleración? No hay certeza, solo estimaciones. Pero tampoco se conoce qué tipo de política decidirán estos países.
Brasil tiene una situación de reservas muy sólida, pero en particular el Banco Central Chino dispone de 3,4 millones de millones de dólares de reservas, una suma más que considerable como para sostener el programa quinquenal de sostén del consumo.
En cualquier caso, la crisis no será indiferente para la Argentina.