El futuro de Rosario
*Por Raúl Acosta. La ciudad no será igual después de estas elecciones, las primarias o internas de mayo y las generales de julio. Ambas obligatorias.
Escenarios muy diferentes, todos posibles, muestran la diversidad de salidas que tiene la Región Rosario. No hay posibilidades que no cuenten con el voto de todos. Es necesario aclarar que los diversos actores suman el total de voluntades. También es justo decir que no hay salida que no se corresponda con quienes son nuestros referentes, que emergen a la "responsabilidad" del puesto público (o la continuidad en el mismo) por nuestro mandato. Ellos son lo que nosotros somos.
En Rosario, tomado como teatro de los actos políticos, mirando al 22 de mayo, hay una advertencia y varios escenarios.
La advertencia a los encuestadores porteños es obligatoria: no juegan Alfonsín, Cristina, Macri, Duhalde, Carrió. Están en la obra, pero no son los actores ni hay con ellos una relación de dependencia directa. En la Región Rosario integran el elenco. Punto.
Así como en fútbol es Ñul y Central y no Boca y Ríver, la independencia de la Región Rosario, que tanto molesta a los unitarios de los MdeC, obliga a una mirada distinta y un mínimo conteo diferente de los porotos. Otro libreto. Lo dicen todos los carteles en la ruta, pero algunos no miran las advertencias en la autopista y entran a Rosario creyendo que aquí se vota igual que en Baires. No es así.
Los escenarios rosarinos son, básicamente, tres. Dos parecidos pero diferentes y uno que pone todo patas hacia arriba.
Gana Cavallero (sector "Chivo"Rossi), gana Mónica Fein (PSP dentro del FPCyS, se sostiene Schlieper (PRO, Peronismo Federal & Cía). La ciudad debería elegir entre un ex PSP, hoy PPS y aliado directo del peronismo kirchnerista, una PSP y un liberal. Es un escenario.
Gana Giuliano (reutemista del sector Bielsa) gana Mónica Fein y se mantiene Schlieper. La ciudad tiene este escenario: un constitucionalista, peronista moderado, una socialista y un liberal.
Ahora vamos al tercer escenario. Gana Giuliano o Cavallero, pero en el FPCyS gana Boasso (UCR). Sigue en la grilla Ricardo Schlieper. Buena parte del tinglado de los últimos 20 años se viene abajo. Queda todo patas hacia arriba. La Región Rosario, el arma económica que Néstor Kirchner no doblegó y que CFK no consigue encandilar totalmente, altera su composición coloidal. Los coloides, se sabe, tienen un equilibrio inestable. Los tres escenarios son reales. Posibles
Algunos sostienen que imaginar estos tres escenarios es lícito, pero que no es riguroso desprenderlos del escenario provincial. Menos del nacional. Pensamos distinto.
La ciudad de Rosario vivió desde 1983 hasta 2007 desprendida del ombligo provincial. Santa Fe, durante los 16 años de Reutemann/Obeid abusó de su posición dominante, relegando la capacidad del sur santafesino a proveedor de dineros dilapidados, espectador de los desastres ecológicos y las injusticias distributivas de la ciudad capital y sus personeros del establishment.
Hoy la diferencia más brutal es que el socialismo va dividido a sostenerse en la provincia y sólidamente mancomunado en el territorio rosarino. Seamos populacheros: el miedo no es sonso. Rosario no es la provincia. Viceversa.
En el 2007 hubo unidad del social radicalismo. Hoy hay un socialismo y al menos un radicalismo fuerte en Rosario y dos socialismos y dos radicalismos en la provincia.
El peronismo, que en Rosario, por esas misturas de las alianzas, pone pensamientos diferentes entre Giuliano y Bielsa, no tiene equilibrio en la provincia. Juan Carlos Mercier (reutemista entero) y Omar Perotti (peronista entero) están lejos de alcanzar un triunfo. No imposible. Lejano. A los posibles triunfadores la filiación partidaria los ubica cercanos entre si, en la lucha por reconquistar la Casa Gris de Santa Fe. Uno es eternamente kirchnerista (Agustín Rossi) con historia de persecuciones callejeras por mantener su rumbo. El otro (Rafael Bielsa) es intrínsecamente kirchnerista, pero no estuvo en el día a día, en el sube y baja del amor/odio que provocaron los K. en la región central de la 125.
El escenario de la provincia es con el FPCyS desguazándose y el peronismo sin una oferta anti K o, al menos, independiente y de potencia arrolladora. Allí aparece Miguel del Sel. El out sider que esta vez pide los votos de la sociedad, armó una trama mas poderosa, políticamente hablando, en la ciudad de Santa Fe que en la de Rosario. No es posible creer en la casualidad. Campanella (Santa Fe) tiene más entidad política que Schlieper (Rosario). Así quisieron presentarse. Votos sueltos en Rosario, sobrevida partidaria en la ciudad capital, se gane o se pierda.
El desguace del FPCyS y el desequilibrio del peronismo obliga a una pregunta que vale para la ciudad como para la provincia. Quien junta los platos rotos en la mañana del 23 de mayo. Cómo se logra que los adversarios se junten para un voto positivo el 24 de julio.
Rosario no es mas una ciudad, es el ombligo de una región. No tienen relación directa los líderes porteños, de inquietante influencia mediática a través de las sucursales locales.
Preguntado personalmente Pino Solanas por la ausencia de un candidato a intendente su respuesta ("no tenemos a quien poner") obliga a la reflexión. Las fuerzas de la vieja denominación (derecha, centro e izquierda) se han repartido las emergencias. Schlieper representa un lateral. El centro y la izquierda aparecen mas confundidas (los posibles son Cavallero o Giuliano, Fein o Boasso). El voto dará luz a esta polvareda. Iluminará el escenario. Habrá que repartir aplausos. Hacerse cargo de la calidad de los actores. También del futuro. A no engañarse, los candidatos son lo que somos.