El fuerte reclamo de Horacio Rodríguez Larreta por el crimen del kiosquero en Ramos Mejía: pidió “un régimen penal juvenil especial”

En el marco del lamentable asesinato del kiosquero en Ramos Mejía, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta pidió que haya “un régimen penal juvenil especial”, a partir de los casos de inseguridad: “Hoy un chico puede votar a los 16 pero no es punible, ahí hay una contradicción”.

Rodríguez Larreta dijo en medio de los reclamos por seguridad a partir del crimen del kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía: “Lo más importante es el cambio en el Código de Procedimiento Penal, que permite las excarcelaciones, que hace eternos los juicios”.

El jefe de gobierno porteño consideró que en el caso de los menores que cometen delitos para él no se trata de “bajar la edad” de imputabilidad. Planteó que “no puede ser” que un adolescente de 16 años que cometa un delito “no sea punible”.

Rodríguez Larreta consideró en relación al crimen del kiosquero que se produjo en domingo en Ramos Mejía los vecinos de esa localidad de La Matanza “tienen la sensación que es tierra de nadie”, en declaraciones a las radios Metro y Rivadavia.

El jefe de gobierno porteño dijo que el combate contra la inseguridad “es mejorable”. Planteó que “no hay una única solución” y que hacen falta “más policías en la calle, mejor capacitados y equipados, cada uno con su chaleco antibalas, sumado al uso de tecnología como las cámaras”.

Rodríguez Larreta dijo que es clave “tener un plan” para luchar contra la inseguridad. Dijo que “hace falta decisión política”, pero también “planeamiento y gestión”. Consideró entre otras cuestiones que debe haber respaldo “a la policía y a las víctimas de la inseguridad, y no a los delincuentes”.

El jefe de gobierno porteño rechazó los controvertidos dichos del candidato a diputado nacional por provincia de Buenos Aires José Luis Espert (Avanza la Libertad), que planteó transformar “en un queso gruyere” a los delincuentes. Para Rodríguez Larreta son “simplificaciones efectistas”.

Hubo fuertes incidentes durante la masiva protesta de vecinos en Ramos Mejía, en reclamo de seguridad tras el crimen del kiosquero. Durante la movilización hubo corridas, gases lacrimógenos y enfrentamientos con la policía.

En la manifestación los vecinos trataron de derribar las vallas que impedían que se aproximen a la comisaría. En respuesta los efectivos trataron de “persuadir” a los manifestantes con el uso de gases lacrimógenos, lo que derivó en corridas y enfrentamientos con los uniformados.