El FMI mejoró la proyección de inflación en Argentina para 2024 y adelantó que queda un “largo y difícil ajuste”
El organismo de crédito internacional destacó el “plan de estabilización” del Gobierno, pero cuestionó los “desequilibrios macroeconómicos” que obstaculizan el crecimiento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró las proyecciones de inflación para la Argentina, pero hizo una dura advertencia tras la octava revisión del acuerdo que se llevó adelante la última semana. “Aún queda un largo y difícil proceso de ajuste”, expresó.
En un informe, el organismo de crédito internacional destacó la “implementación decisiva del plan de estabilización, centrado en una fuerte ancla fiscal sin nuevo financiamiento monetario y correcciones de precios relativos”, porque ha llevado a “superávits fiscales”.
Además, remarcó sus resultados como “un marcado vuelco en las reservas, una desinflación más rápida de lo esperado, un refuerzo del balance del BCRA (Banco Central) y una reducción de los diferenciales soberanos a mínimos de varios años”.
Asimismo, aseguró que la inflación bajará a un ritmo más rápido de lo esperado y estimó que el 2024 finalizará con un 140% anual. Sin embargo, indicó que el Producto Bruto Interno (PBI) caerá un 3,5%.
Por otro lado, insistió en que la “flexibilización selectiva de las restricciones cambiarias y los esfuerzos desreguladores están mejorando la asignación de recursos”, pero advirtió que “los desequilibrios macroeconómicos y los obstáculos al crecimiento siguen siendo considerables” por lo que aún queda por delante “un largo y difícil proceso de ajuste”. En ese sentido, el organismo de crédito pidió que las políticas evolucionen para aprovechar los logros anteriores y respaldar un repunte de la actividad.
El FMI también sostuvo que desde el Gobierno se están realizando esfuerzos para generar apoyo político y social a las reformas, así como para aumentar la asistencia social para “proteger a los más vulnerables y garantizar que la carga del ajuste no recaiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”.
Asimismo, remarcó que los retrasos en la aprobación de la Ley Bases en el Congreso provocaron “cierta volatilidad en el mercado”, pero que esta normativa “apoyará la recuperación e impulsará la productividad con el tiempo”.
Con respecto al PBI, proyectan una recesión del 3,5%, pero sostuvieron que esperan un cambio en la actividad durante el segundo semestre de este año. “Se espera que la inflación mensual caiga aún más, convergiendo alrededor del 4% para fines de 2024 (140 por ciento interanual frente al 150 por ciento anterior), y disminuyendo aún más en el mediano plazo, a medida que la demanda de pesos se recupere de niveles históricamente bajos”, continuó el Fondo. “Mientras tanto, se prevé que las reservas se mantengan sin cambios, ya que los términos de intercambio menos favorables se ven compensados en gran medida por mayores entradas netas de capital. Los superávits fiscales y externos sostenidos a mediano plazo -respaldados por políticas estrictas, aumentos de productividad y mejoras estructurales en el balance energético- fortalecerán las reservas y asegurarán las perspectivas de acceso a los mercados internacionales”, apuntó.
“Las políticas monetaria y cambiaria evolucionarán para afianzar la desinflación y salvaguardar la acumulación de reservas. Específicamente, para apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario, el Banco Central garantizará que las tasas de política monetaria se muevan hacia territorio positivo en términos reales, mientras que la política cambiaria se volverá más flexible con la flexibilización de las medidas de gestión de los flujos de capital según lo permitan las condiciones”, aseguró el FMI.
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