El FMI debate su política de tasas de interés y podría dar un alivio para la Argentina por su deuda
Está previsto que el directorio debata este viernes una reforma en su política de cargos y sobrecargos. El país pide una reducción desde 2020 y lo volvió a plantear este año. Cerca del exministro Martín Guzmán afirman que el Fondo, que hasta ahora se negó, accederá esta vez al pedido.
Este viernes por la mañana está previsto que el board del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reúna para comenzar el debate referido a la reforma en su política de cargos y sobrecargos, un tema que es seguido de cerca por la Argentina ya que podría haber alivio en el costo de su deuda con el organismo.
Quien había planteado ante el Fondo una posible reducción de la sobretasa que el país paga fue el exministro de Economía Martín Guzmán, junto al Nobel Joseph Stiglitz. La propuesta contiene tres puntos: 1) reducción de los sobrecargos; 2) incremento del umbral a partir del cual se cobran los sobrecargos y 3) reducción de la tasa base.
Fuentes cercanas al exministro afirmaron que el Fondo aceptaría los pedidos argentinos y que lo comunicará por la tarde tras el encuentro de su directorio. Las fuentes recordaron que los sobrecargos fueron descubiertos en 2020 cuando se iniciaron las negociaciones con el Fondo. “Desde ahí se inició una cruzada por el mundo, posicionando el tema en los distintos foros y logrando adhesiones de los países líderes”, señalaron.
El reclamo argentino por los sobrecargos fue elevado por el gobierno de Alberto Fernández en medio de la negociación de la Argentina con el Fondo durante la pandemia del coronavirus. La Argentina llevó el pedido al G20 y también al board del FMI, donde naufragó porque algunos de los principales accionistas, entre ellos, Estados Unidos, lo rechazaron al considerar que la sobretasa que pagan los países que toman deudas muy elevadas –como es el caso de la Argentina– ayuda a preservar los recursos del organismo multilateral.
Pese a la negativa, luego de su salida del Gobierno, Guzmán siguió con el pedido: en abril pasado organizó un encuentro con los directores del FMI en Washington DC, en el edificio del Fondo, y luego un seminario en el Vaticano, del que participó el Papa Francisco. El presidente de Brasil también manifestó su adhesión y pidió por esta reforma, siendo el que preside este año el G20.
Un grupo de más de 150 economistas, incluyendo al propio Guzmán, a Martín Lousteau y al exministro de Economía de Eduardo Duhalde, Jorge Remes Lenicov, instaron también al FMI a reformar significativamente sus políticas, especialmente en cuanto a los sobrecargos.
También firmaron la misiva Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel de Economía en 2001, Kevin Gallagher, Jayati Ghosh, Mariana Mazzucato, Thomas Piketty y José Antonio Ocampo.
Lo que se discute es la política de tasa de interés del FMI, que impone tasas adicionales a los países cuyas deudas han superado ciertos umbrales de tamaño y tiempo.
El planteo de los economistas es que actualmente, 675 millones de personas viven en países de bajos y medianos ingresos cuyos Estados deben pagar al FMI aproximadamente US$2000 millones solo en sobrecargos cada año durante los próximos cinco años.
Algunos argumentan que los sobrecargos no logran su objetivo de desalentar la dependencia del Fondo y, en cambio, pueden exacerbar los problemas de deuda de los países en crisis.
Las principales críticas a la política de sobrecargos del FMI residen en que son procíclicos, es decir, aumentan durante las crisis financieras, cuando los países más necesitan acceso a fondos; son regresivos porque los sobrecargos afectan desproporcionadamente a los países de bajos y medianos ingresos y, finalmente, resultan ineficaces porque los sobrecargos no logran desalentar la dependencia del organismo de crédito.
El gobierno de Javier Milei retomó el reclamo. En mayo pasado, la canciller Diana Mondino y el entonces jefe de Gabinete Nicolás Posse reflotaron la cuestión durante una reunión en la Casa Blanca con el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
“Sí mencionamos el tema de los sobrecargos, que la Argentina paga una tasa de interés muy alta, que no somos el único país del mundo, hay muchísimos países que lo están pagando, a ver si tenía alguna posibilidad. Él ya no está vinculado en esto, pero reconocen perfectamente que es un tema muy serio”, afirmó en aquel entonces Mondino cuando fue consultada al respecto.
El FMI aplica sobrecargos como una forma de desalentar a sus mayores deudores de depender demasiado del prestamista de última instancia. Si bien por este concepto el Fondo tuvo importantes ingresos, también implicaron costos adicionales, por varios miles de millones de dólares, para los países deudores.
Pese a las negativas del pasado, el organismo en su momento afirmó que este año consideraría introducir reformas.
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