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El fiscal Federico Delgado pidió que los jueces dejen de "cazar pokemones y se dediquen a hacer justicia"

El fiscal investiga la causa de José López, que está detenido luego de intentar esconder bolsos con dinero en un convento.

El fiscal federal Federico Delgado cuestionó hoy a los magistrados que investigan al ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, al reclamar que "los jueces en vez de cazar pokemones que se dediquen a hacer justicia un poco más rápido".

Además, evaluó que algunas religiosas del monasterio de General Rodríguez adonde López arrojó bolsos con casi 9 millones de dólares tendrían "un discurso guionado" para acusar a la mayor de ellas, Alba, cuyas facultades mentales están en duda.

En vísperas de que López sea llevado a declarar el lunes venidero, Delgado instó a "investigar el proceso histórico y determinar responsabilidades si hubo funcionarios responsables de un desfalco imposible ahora de cuantificar".

"Estamos tratando de que algunos jueces en vez de cazar pokemones se dediquen a hacer justicia en forma más rápida. Lo de López es más completo y reducirlo solo a un enriquecimiento ilícito es algo que no se compadece con la ley", añadió esta mañana en diálogo con radio Mitre.

El lunes, López será llevado desde la cárcel de Ezeiza hasta los tribunales de Comodoro Py 2002 para declarar en la causa por enriquecimiento ilícito por la que está preso desde el 14 de junio, cuando lo atraparon en el convento de General Rodríguez con casi 9 millones de dólares en su poder.

Apenas fue detenido, López no declaró por lo que se espera que ahora pueda dar su versión de los hechos sobre el origen de ese dinero y sobre si la casa de Dique Lujan, en Tigre, donde vivía, era suya a través de testaferros, como se cree.

Días atrás, declaró como acusada su esposa, María Amalia Díaz, quien afirmó que desconocía la existencia del dinero, contó que estaba en una crisis matrimonial e intentó desligar al convento.
Pero el fiscal Delgado, que impulsa la causa en manos del juez Daniel Rafecas, insistió en avanzar con esclarecer la responsabilidad penal que habría tenido la madre Alba, a punto de ser considerada inimputable; o si mintieron las otras monjas que declararon como testigos en el expediente.

"Tenemos unas hermanas que dicen que la madre Alba manejaba con mano de hierro el convento, y sin embargo los médicos forenses afirman que cuando le preguntaron a Alba el día en que estaba, (la anciana) está ubicada en julio de 1985", señaló.