El feriado que dispuso Milagro Sala en Jujuy
El miércoles, la líder de la agrupación jujeña Tupac Amarú, Milagro Sala, encabezó una nueva marcha en la que decidió convocar a un feriado y asueto para la administración pública de Jujuy ocupando, de hecho, la conducción política de la provincia y demostrando su vacío de poder.
Al escándalo por los multimillonarios recursos públicos en manos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo se siguen sumando hechos que ignoran los recaudos institucionales para el control del dinero público y anarquizan las estructuras sociales, tornando difusos los marcos de la ley. Se sigue desnudando, además, el uso perverso del concepto universal de la asistencia social y de los Derechos Humanos con fines políticos.
En el marco de esa concepción política día a día se disipa el rol de los poderes del Estado, se transgrede la ley y se desnaturaliza el funcionamiento de las instituciones de administración, de legislación y de justicia.
La provincia de Jujuy atraviesa una aguda crisis social y política por la ocupación masiva de terrenos. En ese marco la líder de la poderosa estructura Tupac Amarú -con el abierto apoyo político y financiero del Gobierno nacional- avanzó más aún en la construcción de su poder, amenazando con encabezar otras tomas y disponiendo asueto en la administración pública provincial y municipal y en las escuelas.
Esta nueva intervención de Milagro Sala ridiculizó la función del Gobierno y del Estado: el propio mandatario tuvo que salir a explicar que Sala "no había remplazado al Estado". Sin embargo, la dirigente social concentra tantos recursos como respaldo del Gobierno nacional y se destaca como una de las personas más poderosas e influyentes de la provincia.
De hecho, en la calle Alvear 1152 se levanta imponente la sede de la organización barrial Tupac Amarú, un sitio que se inspira, a través de sus paredes, en la cultura incaica y en las gestas de Eva Perón y el Che Guevara. Allí también luce una foto de Milagro Sala junto con Cristina y Alicia Kirchner.
"Es beneficiada con millones de pesos en planes sociales que envía la Nación", según las reiteradas denuncias de legisladores nacionales por Jujuy. En el barrio Alto Comedero, en los suburbios de esa ciudad, Sala ha focalizado su área de influencia: con recursos y cobertura política nacionales, construyó un inmenso complejo de 3.400 viviendas. La provincia le cedió las tierras y la Nación los fondos, más de $ 350 millones.
La mecánica financiera y de administración es diferente pero la esencia de esta anárquica derivación de recursos públicos hacia adherentes políticos, recuerda los casos de las Madres y otras muchas organizaciones ONG, piqueteras o grupos que operan fuera del marco institucional del país.
Esta distorsión se monta en la ineficacia de los gobiernos nacional y provinciales en resolver los graves problemas de la vivienda a lo largo del territorio nacional. Esta estructura que se ha venido gestando en el país, dentro del proyecto político del gobierno nacional, recibe relativamente más fondos que los gobiernos provinciales, para -entre otros fines no siempre "sociales"- construir viviendas. También en Mendoza.
Estas organizaciones han comenzado a terciar sin disimulos en el manejo de la organización pública, por afuera de las instituciones.
Milagro Sala no sólo "maneja" recursos en su organización y unos 80.000 movilizados sino que tiene directa incidencia sobre agrupaciones de empleados municipales y provinciales. Por eso puede decidir desde la tribuna un feriado o un asueto administrativo, ridiculizando la autoridad constitucional de un gobierno, una Legislatura o un estrado judicial.