El excuñado de Facundo Astudillo Castro denunció aprietes de la Policía

Marcelo González, el excuñado de Facundo Astudillo Castro, acusa a la policía por hostigamientos y aprietes. Tiene miedo y está dispuesto a mudarse por seguridad. Dijo que sufre "una pesadilla" y que quisieron involucrarlo con la desaparición del joven, al igual que a su hermana Daiana.

Adelantó que hará una denuncia después de que cuatro policías lo intimidaran en la comisaría, tratando de culparlo por la pérdida del paradero de Astudillo Castro. Explicó que los efectivos lo encerraron en un cuarto y le plantearon que "tenía que hablar y decir que Facundo estaba en Bahía Blanca".

Describió a los efectivos y explicó que uno de ellos es el jefe de la comisaría de Pedro Luro, donde vieron por última vez al joven antes de desaparecer. Aseguró que el comisario amenazó con golpearlo para que hablara: "Te voy a te voy a tener que pegar unos sopapos y vas a tener que cantar", lo intimidó, de acuerdo a González.

Admitió que siente "miedo, bronca, terror" por la situación que atraviesa y que siente "desprotegido". Consideró "lamentable tener que vivir así en democracia" y dijo que vive encerrado en su domicilio por temor a salir a la calle. Sostuvo que le genera mucha bronca esta situación y que piensa mudarse, por su seguridad.

Facundo, de 22 años, desapareció el 30 de abril cuando salió desde su casa en Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca para recuperar a su expareja. Mientras caminaba por una ruta fue detenido por policías de la Subcomisaría de Mayor Buratovich porque estaba violando el aislamiento social, preventivo y obligatorio por coronavirus, a pesar de lo cual -según dijeron- lo dejaron seguir su camino.

Inicialmente la causa que investigó la justicia ordinaria fue por averiguación de paradero. Hasta que familiares y organizaciones de derechos humanos insistieron en la posible vinculación de policías y el caso pasó a ser investigado por la Justicia federal bajo la carátula de "desaparición forzada".