El ex prefecto preso: ¿un psicópata serial?
"Me lo van a tener que probar". Así, de este modo, el ex prefecto, Walter Vinader, desafió a los investigadores del caso Araceli, que lo acababan de detener.
Detrás de este hombre, exonerado de la Prefectura Naval, y con una causa penal por extorsión, podría esconderse una historia que lo coloca como un presunto psicópata serial, capaz de todo.
Lo investigan por tres casos puntuales. Por un lado, la desaparición de Araceli, por el otro, la desaparición de Aida Amoroso, y por otro lado, la muerte del hijo de esa mujer. Antes de ser echado de Prefectura, Vinader había denunciado a sus compañeros de fuerza por proteger prostíbulos de Puerto Madero.
A él, en este caso, llegaron por varios motivos. El primero de los lugares que allanó la policía en busca de Araceli, fue una casa de la calle Puan al 3700 de Villa Pineral, a donde la chica concurrió en busca de una oferta laboral. Cuando llegaron descubrieron que no vivía nadie. Los vecinos contaron que la casa era de Amoroso, una mujer mayor de 70 años, de quien no sabían nada hace 20 días.
También relataron que el hijo de esa mujer era un ex convicto que había muerto de Sida, hace un mes. Pero los vecinos dijeron algo más y señalaron que Vinader, el ex prefecto, se presentaba como amigo de la dueña de casa y del hijo, a quien había conocido en prisión, y decía que él tenía acceso a la vivienda.
Cuando empezaron a investigar a Vinader, se llevaron la sorpresa mayor. Detectaron cinco llamados entre él y Araceli. Los llamados fueron los días previos a la desaparición de Araceli. Pero hay más. Cuando le allanaron una casa a Vinader, encontraron documentación de la casa de Amoroso. La sospecha de máxima de la justicia, es que el ex prefecto podría ser un asesino serial que seducía vecinos para usurparles la casa.
En ese plan, tenía que "eliminar" a los usurpados. En el caso de Araceli, es más difícil encontrar un por qué. En ese sentido, los investigadores quieren tomarle la declaración a la madre de Araceli para saber si oculta algo, o no contó todo por temor.
Ella, por lo pronto, aclaró que no conoce a Vinader y que su hija tampoco lo conocía. Los investigadores calificaron a Vinader como "un tipo peligroso, con personalidad psicopática, capaz de todo". En su cuenta de facebook, en marzo, para colmo, había dejado un mensaje donde señalaba que si lo necesitaban podía ser útil para esconder un cadáver.
Esa frase, hoy más que nunca, cobra valor de sospecha.
Lo investigan por tres casos puntuales. Por un lado, la desaparición de Araceli, por el otro, la desaparición de Aida Amoroso, y por otro lado, la muerte del hijo de esa mujer. Antes de ser echado de Prefectura, Vinader había denunciado a sus compañeros de fuerza por proteger prostíbulos de Puerto Madero.
A él, en este caso, llegaron por varios motivos. El primero de los lugares que allanó la policía en busca de Araceli, fue una casa de la calle Puan al 3700 de Villa Pineral, a donde la chica concurrió en busca de una oferta laboral. Cuando llegaron descubrieron que no vivía nadie. Los vecinos contaron que la casa era de Amoroso, una mujer mayor de 70 años, de quien no sabían nada hace 20 días.
También relataron que el hijo de esa mujer era un ex convicto que había muerto de Sida, hace un mes. Pero los vecinos dijeron algo más y señalaron que Vinader, el ex prefecto, se presentaba como amigo de la dueña de casa y del hijo, a quien había conocido en prisión, y decía que él tenía acceso a la vivienda.
Cuando empezaron a investigar a Vinader, se llevaron la sorpresa mayor. Detectaron cinco llamados entre él y Araceli. Los llamados fueron los días previos a la desaparición de Araceli. Pero hay más. Cuando le allanaron una casa a Vinader, encontraron documentación de la casa de Amoroso. La sospecha de máxima de la justicia, es que el ex prefecto podría ser un asesino serial que seducía vecinos para usurparles la casa.
En ese plan, tenía que "eliminar" a los usurpados. En el caso de Araceli, es más difícil encontrar un por qué. En ese sentido, los investigadores quieren tomarle la declaración a la madre de Araceli para saber si oculta algo, o no contó todo por temor.
Ella, por lo pronto, aclaró que no conoce a Vinader y que su hija tampoco lo conocía. Los investigadores calificaron a Vinader como "un tipo peligroso, con personalidad psicopática, capaz de todo". En su cuenta de facebook, en marzo, para colmo, había dejado un mensaje donde señalaba que si lo necesitaban podía ser útil para esconder un cadáver.
Esa frase, hoy más que nunca, cobra valor de sospecha.