El eterno karnaval
*Por Raúl Acosta. El texto tanguero dice: "sacate el antifaz, mostrate como sos..." y termina con una sentencia que, desde aquella letra, nos acompaña: ... "detrás de tus desvíos todo el año es carnaval". Sol. Do.
Las elecciones de octubre han puesto en claro muchas cosas. Digámoslo, se han caído varios antifaces.
Pablo, "Pablito" Javkin intenta una diputación nacional y ha desplegado toda la batería muchachista para decir soy bueno, simpático, joven, "soy lilito", pero por favor, no lo digan ahora. Hace cuatro años el impulso de la Carrió lo hizo diputado provincial. Nadie le pide lo mínimo: ¿estás con tu jefa sí o no? Para su jefa lo mismo un burro que un gran profesor, ¿para él?
El caso de la vicegobernadora es de manual, un ejemplo clásico. Demasiado visible. Debería, así sea un gesto formal, renunciar. Firma declaraciones, dice cosas contra Hermes Binner que, recordemos, la eligió a ella por sobre las definiciones del extinto (el extinto es el partido radical, que ya huele demasiado a mortaja percudida). Doña Griselda debería dar el portazo, total, ya es diputada provincial por el fallecido partido radical.
El peronismo en la provincia está para el chaleco de fuerza. Omar Perotti colectó votos mostrándose distinto a Agustín Rossi y Oscar "Cachi" Martínez. Hoy los tres primeros candidatos a diputados nacionales por el peronismo santafesino son el ignoto (en Rosario) intendente de Rafaela y un muchacho y una niña que son eso: jóvenes. Tienen derecho a ser anónimos. Pueden pasearse mañana mismo por la peatonal. Si no lo hacen desnudos pueden estar tranquilos. No los reconocerán.
Mastrocola estaba en las viejas agendas periodísticas como un ditirámbico dirigente del gremio del plástico (y... sí... a no preocuparse, los Moyano han tornado el asunto de los gremios un punto exasperante de las organizaciones sociales). Hoy los afiches callejeros muestran a "la Tota" Midachi diciendo que confía en él. Un carácter transitivo, insólito, serviría para deducir que, si el Midachi confía en él, en Mastrocola, los votantes deberían hacerlo. ¿Qué es eso? La unidad básica del living en el partido de Susana Giménez conducción. Mastrocola ¿hará shock? Puede ser una buena marcha partidaria.
Zabalza, Juan Carlos Zabalza es hoy, más que nunca, candidato de un socialismo que aspira a colocar dos políticos (Alicia Ciciliani ya está) y una organizadora de cuadros técnicos del 2011 al 2013 en el plano nacional. El mediano plazo les sirve. La ministra de Educación no estará en el gabinete de Antonio Bonfatti, como se advierte.
El radicalismo, sus restos tibios, traen un candidato del norte: Federico Pezz. Asombra, en el sur, la facilidad para soñar que los votos están en la carretera y sólo hace falta pasar con una red para coleccionarlos. Después de los desfoliantes ni mariposas andan por la carretera. Ya no hay bichos en el radiador de los autos. Deberían fijarse en esos detalles.
Rodolfo Vacchiano integra, por la provincia de Santa Fe, la lista de Duhalde. Es su candidato "peronista" para octubre. Vacchiano no tiene careta, recita su peronismo sin anestesia. Duhalde tampoco tiene careta.
Carlos Castellani es de Las Parejas. El sube y baja de los trabajos puso a la población del sur santafesino en el eje de la ocupación y desocupación por la maquinaria agrícola. Quien fuera un hombre de la centro derecha, integra la lista de potenciales diputados nacionales que responderían al caudillo regional que promete banda ancha para todo el país. Alguien debería decirle, al menos dicharachero de los hermanitos Rodríguez Saa, que con el wi—fi no se come. La exposición de "el Alberto" lo acerca claramente a un pastor mediático (pide "luz"). Puede ser un destino rentable, aún cuando el dinero nunca fue preocupación en ese feudo.
Como sea, después del pase anual de Felipe Solá todos saben que el peronismo, ayer, hoy o mañana se reunirá bajo la luz de quien tiene chequera y lapicera. No hay otro destino. La chequera es de la viuda.
En cualquier entrevista María Eugenia Bielsa, Diego Giuliano y Luis Miatello aceptan a la viuda como la jefa. No decían lo mismo antes de julio de 2011. El peronismo es generoso en su puerta de entrada. Eso sí, hay que recitar el catecismo y cumplir la penitencia del día.
En el plano nacional el asunto parece sencillo. No hay denuncia por corrupción ni malos tratos que frene al país que se viene. El país que se viene es el que forjaron De Vido, los Fernández (no olvidar al Alberto), Parrili, Zanini, Kunkel, Diana Conti, Hebe Bonafini y Estela Carloto. Néstor Kirchner y su heredera universal, su viuda.
En el país que se viene algunos ladrillos del edificio, francamente chueco, los colocaron "Ricardito" Alfonsín, Binner, Juez, Pino Solanas, la Carrió, Aguad, Morales y Sanz, la línea media que lleva el cajón del viejo radicalismo hasta la puerta del cementerio. Reutemann no quiso acarrear ladrillos, pero algunos tienen su nombre. Es necesario mencionar sus candidatos al senado (él propuso, solito, a Roxana Latorre).
No hay quien, uno, uno solo estaría bueno que lo hiciese, no hay uno que explicite "el proyecto". Se sabe que el peronismo es estatista, distributivista, revanchista. También que esto es una mistura del cincuenta, el setenta y el piloto automático.
Asusta a los bienpensantes de la centro derecha porteña que la recidiva sea tan virulenta. Leer a los columnistas porteños asustados por el peronismo que no transa con ellos es, por lo menos, patético. Otros siguen su camino. Está bien. El máximo dirigente porteño ya no tiene camino.
¿Alguien sabe para dónde va, qué destino tiene Macri? Retomará el poder en Boca Juniors, seguramente. El peronismo nunca se manejó con caretas. Va al frente con lo que tiene. Asombra que se sume una izquierda con nostalgias foquistas. Mayor asombro provocan los que antes pedían una revolución y hoy se conforman con una inauguración por día.
Tal vez el desparpajo mayúsculo sea la alteración, la traición a una frase (dogmática) del peronismo. Aconsejada por los jefes mediáticos (sabios, unos capos) la viuda, siempre bien maquillada y ya de "medio luto", alteró la consigna. "Lo mejor es decir y prometer, créanme, con eso alcanza"... Sólo falta que, desde el 24 de octubre, cuando comience la cuenta regresiva para su final, apele a otra frase definitiva: "y... si no me tienen fe...".
Ese día, el 24 de octubre, ya nadie tendrá careta. Muchos no tendrán consuelo. Algo es necesario saber, íntimamente. No podemos culpar a nadie de nuestro propio estropicio. A nadie.