El Estado recauda mejor
*Por Omar Albano Rizzo. Argentina registra el más alto PBI per cápita de América latina, seguida por Chile y Uruguay. Brasil se encuentra mal posicionado en esta importante estadística, ya que sólo supera ampliamente a Bolivia y Paraguay, y mínimamente a Colombia y Perú.
El producto bruto argentino (PBI) ha crecido a un ritmo sostenido, pero la recaudación nacional lo ha hecho en forma casi exponencial. Así, el producto bruto nacional ha pasado de 269.000 millones de pesos del año 2001 a $ 1.443.000 millones de pesos del año 2010. Sin embargo, la recaudación ha aumentado por encima de lo que lo hizo el PBI, ya que ascendió de 47.000 millones de aquel año 2001 a 417.000 millones del año pasado, sin incluir ingresos provinciales.
Esto significa que el Estado ha estado recaudando por encima del incremento del propio ingreso nacional total. Si bien el PBI se incrementó en más del quíntuplo, la recaudación del mismo período se multiplicó por nueve, resultando así un record histórico nacional.
La presión tributaria nacional (recaudación en relación al producto bruto nacional) fue del 18,40 por ciento en el año 1991, 21,62 por ciento del año 1993 (mejor promedio de la década del 90), 19,90 por ciento del 2002, 26,86 por ciento 2005 y 33,48 por ciento del 2010. Esto significa eficiencia recaudatoria y combate sistemático a la evasión fiscal por parte del Estado nacional, en los últimos años.
Los gobiernos que se preocupan por prestar servicios públicos son aquellos que le dan real importancia a la recaudación. Por el contrario, a los que menos les importa el bien público, probablemente se despreocupen por los ingresos del erario.
En otro orden, la presión tributaria de las provincias creció sólo del 3,64 por ciento en el año 2001 al 4,76 por ciento del año 2010.
Así, fácilmente puede inferirse la existencia de marcadas diferencias entre la eficiencia recaudatoria provincial y la nacional.
Otra medida relevante y relacionada con el ingreso, es el coeficiente de Gini. Este mide el grado de distribución de la renta nacional. O lo que es lo mismo, la concentración (desigualdad) de la renta.
Su valor varía de cero a uno, siendo 0 la perfecta igualdad, y uno la perfecta desigualdad. América latina suele promediar 0,60. A pesar de lo que muchos creen, Argentina tiene similar coeficiente que Estados Unidos de América (aproximadamente 0,45) ; y Chile y Brasil, que en los periódicos especializados se toman como ejemplos de modelos económicos, computan los peores índices de Latinoamérica (fluctúan en el 0,55).
Concluyendo, creemos que el Estado mejoró ostensiblemente la obtención del ingreso, como la aplicación del mismo al gasto público. En este aspecto, resulta necesario fortalecer la equidad protegiendo los sectores vulnerables; la salud, la educación, la vivienda, el espacio público, la cultura y principalmente el empleo. Pero también es necesario preservar y promover al empresariado generador de riqueza y a los creadores de valores culturales.
Los gobiernos que acumulan poder generando empleo y riqueza, y no como comisionistas de meros intereses, son instrumentos necesarios del desarrollo nacional. Debemos despojarnos de fanatismos ideológicos , y apoyar a quienes gobiernan de esa manera.