El Estado entrará en el mercado de la telefonía celular
A través de AR-Sat, el Gobierno creará una empresa para ofrecer comunicaciones móviles; "Es la recuperación de la soberanía del uso del éter", expresó el ministro
El Gobierno nacional dejó sin efecto las licitaciones de nuevas frecuencias de la red 3G para telefonía móvil, y de ahora en más, un 25 por ciento de ellas quedarán en manos del Estado, a través de la empresa Arsat.
Así lo anunció el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien dijo que la intervención del Estado en el negocio de la telefonía celular apunta a "equilibrar" el mercado.
El funcionario explicó que las licitaciones previstas no se llevarán a cabo "por razones de oportunidad, mérito y conveniencia".
Sólo una empresa de las que se presentaron a la licitación ofrecía garantías de poder operar, por lo que había peligro de situaciación monopólica en caso de que se confirmaran los contratos de concesión.
En conferencia de prensa, De Vido aseguró que la empresa estatal Argerntina Satelital (Arsat) será le encargada de explotar las frecuencias que se iban a licitar. "Vamos a definir de qué manera vamos a llevar adelante la explotación de estas frecuencias cuya rentabilidad va a quedar para todos los argentinos a través de Arsat", puntualizó.
Y añadió que en este mercado "habrá participación de cooperativas y pymes del interior, que hasta ahora hubiera sido imposible que siquiera soñaran prestar telefonía celular, que es la parte del negocio que tiene mayor rentabilidad".
"ARSAT está en perfectas condiciones de negociar con el sector privado", destacó.
A su criterio, esta decisión tiene por objetivos "aumentar la competencia entre operadores y fomentar el ingreso de nuevos prestadores" al mercado.
Asimismo, sostuvo que la medida persigue evitar el monopolio en las comunicaciones móviles, y por eso, volvió a criticar la fusión entre Telefónica y Telecom. "Fue integración monopólica. Y los argentinos estamos hartos de los monopolios", resaltó el ministro.
Por otra parte, De Vido comentó que la empresa Claro era la única "en condiciones patrimoniales" para obtener nuevas frecuencias.
Pero aclaró: "sin embargo, otorgar la frecuencia a un solo oferente hubiera sido un proceso de concentración y los argentinos estamos hartos de los monopolios y no queremos generar monopolios".
Así lo anunció el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien dijo que la intervención del Estado en el negocio de la telefonía celular apunta a "equilibrar" el mercado.
El funcionario explicó que las licitaciones previstas no se llevarán a cabo "por razones de oportunidad, mérito y conveniencia".
Sólo una empresa de las que se presentaron a la licitación ofrecía garantías de poder operar, por lo que había peligro de situaciación monopólica en caso de que se confirmaran los contratos de concesión.
En conferencia de prensa, De Vido aseguró que la empresa estatal Argerntina Satelital (Arsat) será le encargada de explotar las frecuencias que se iban a licitar. "Vamos a definir de qué manera vamos a llevar adelante la explotación de estas frecuencias cuya rentabilidad va a quedar para todos los argentinos a través de Arsat", puntualizó.
Y añadió que en este mercado "habrá participación de cooperativas y pymes del interior, que hasta ahora hubiera sido imposible que siquiera soñaran prestar telefonía celular, que es la parte del negocio que tiene mayor rentabilidad".
"ARSAT está en perfectas condiciones de negociar con el sector privado", destacó.
A su criterio, esta decisión tiene por objetivos "aumentar la competencia entre operadores y fomentar el ingreso de nuevos prestadores" al mercado.
Asimismo, sostuvo que la medida persigue evitar el monopolio en las comunicaciones móviles, y por eso, volvió a criticar la fusión entre Telefónica y Telecom. "Fue integración monopólica. Y los argentinos estamos hartos de los monopolios", resaltó el ministro.
Por otra parte, De Vido comentó que la empresa Claro era la única "en condiciones patrimoniales" para obtener nuevas frecuencias.
Pero aclaró: "sin embargo, otorgar la frecuencia a un solo oferente hubiera sido un proceso de concentración y los argentinos estamos hartos de los monopolios y no queremos generar monopolios".