El enfermero que complica a los médicos de Maradona

Uno de los encargados de cuidar a Diego en su internación domiciliaria declaró que “el 10” tenia taquicardia, que estaba depresivo, no comía y que nunca supieron que el paciente tenia una patología cardiaca. Ademas asegura que el lugar no estaba acondicionado para una emergencia.

Ricardo Omar A. es, tal vez, la última persona que vio con vida a Diego Armando Maradona aquel fatídico 25 de noviembre.  El enfermero de 37 años, encargado de monitorear la salud de Diego durante el turno noche, y hasta las 6.30 de la mañana, fue quien ingresó antes de dejarle el turno a Daiana M. y confirmó por sus propios medios, según su relato, que Maradona dormía placenteramente y que aún respiraba.

INFOVELOZ accedió de manera exclusiva a la declaración testimonial del profesional que deja entrever el padecimiento del “10” desde su externación el 11 de noviembre, hasta su muerte, dos semanas después.  

“A Diego Maradona llegué a atenderlo ya que trabajo para una empresa de enfermería a domicilio de nombre Medidom, por lo cual hace aproximadamente quince días, me contactaron y tuve la oportunidad de trabajar como enfermero después de la última internación que tuvo”, declaró el enfermero ante la primera pregunta del secretario de la fiscalía, y siguió: “cuando me contaron respecto del trabajo que ina a tener no me dijeron que tipo de paciente iba a tener, solamente me contaron que debía hacer control de signos vitales, suministrar medicamentos, cuestiones de enfermeria domiciliaria y evolución de la cicatriz del post operatorio”. 

Los turnos de los enfermeros al cuidado de Maradona constaban de 3 dias trabajados de ocho horas cada uno. Los primeras tres jornadas, según el especialista fueron normales, con un Diego “de buen humor”, situación que cambió rotundamente cuando volvió la jornada siguiente: “cuando regresé el dia 16, 17 y 18 de noviembre y con las guardias de doce horas, lo noté totalmente distinto, estaba deprimido, no quería comer, no aceptaba visitas y estaba encerrado en su habitación”.

El verdadero estado emocional de Maradona afloraba después de la operación y tras varios dias de abstinencia, los presentes en la casa lo notaban. “Cuando el martes me tocó tomar mi guardia me comunicaron que hacía dos dias que no comía y que estaba bastante deprimido desde el domingo y que había estado mal el fin de semana incluso cuando lo fueron a visitar Veronica Ojeda y su hijo no los quiso atender”, siguió relatando Ricardo A.

Cuando el enfermero relató qué medicamentos le daban al “10” y cómo se los suministraban aparece el primer signo de alarma sobre la salud del paciente, alarma que desoyeron o desestimaron y que tal vez pudo salvarle la vida al astro del fútbol mundial. Dice el enfermero: “le dimos la medicación psiquiátrica indicada por la Dra. Agustina Cosachov de la cual tengo una epicrisis con indicación de qué medicamentos y en qué horarios y le medí los signos vitales, pudiendo acreditar que estaba taquicárdico algo que era habitual de él ya que lo noté los quince días que estuve con él, pero en líneas generales estaba ben, solo podía destacar que estaba taquicárdico y que a veces la diastólica estaba alta, pero nunca una hipertensión, y que también se seguía negando a comer al igual que los últimos tres dias…”. 

Maradona no comía, estaba depresivo y uno de los encargados de acompañar la recuperación admite que durante 15 dias el paciente tuvo taquicardia “pero era normal”... El Diego moriría por una falla cardíaca, “un evento cardíaco como dice Leopoldo Luque en uno de los audios que salieron a la luz. ¿NADIE REPARÓ EN LA SALUD DEL CORAZON?

El 25 de noviembre, el dia de la muerte del “10”, Ricardo Omar A. dejó su turno temprano en la mañana y así lo declaró en su testimonial: “no volví a verlo a Diego hasta las 6.25/6.30 horas, es decir antes del cambio de guardia que fui a verlo encontrándolo descansando en forma óptima pudiendo asegurar que estaba durmiendo y respirando normalmente ya que me acerqué a él pero no controlé los signos vitales ya que Diego no quería que lo molestemos con eso logrando observar como respiraba y descansaba. 

Maradona estuvo al borde de la muerte en enero de 2000, su corazón quedó golpeado y funcionando casi a la mitad de su capacidad pero nadie reparó en eso los últimos meses de vida. Sólo hicieron hincapié en su adicción al alcohol y su depresión pero, según el enfermero no tuvieron en cuenta la afección cardíaca: “Que el día martes (el dia anterior a la muerte. NdR), recalco que lo encontré depresivo, negándose a comer, manifestando que solo quería descansar. Que en ningún momento nos indicaron que el paciente era un paciente con afecciones cardiacas, nunca vi una epicrisis donde observar sus antecedentes y solo nos dieron la indicación de la Dra. Agustina, que fue una única indicación en todos los quince días que estuvimos trabajando y que básicamente era suministrar medicación psiquiátrica”.  

En la última parte del relato ante las autoridades judiciales, el enfermero confirma que los cuidados en la casa de San Andrés, a cargo de Luque y Cosachov, no contemplaron la posibilidad de una urgencia. Dice A.: “no contábamos con elementos de emergencia, solo contabamos con la posibilidad de activar un código rojo, pero no teníamos los elementos de UTIM que sería la unidad de terapia intensiva móvil”. ”Estos elementos que hago mención son indicados siempre por un médico que tenga un seguimiento de paciente y son indicados para cuando el paciente tiene una patología grave que lo amerite y sean necesarios para una internación domiciliaria, lo cual a mi criterio como emergentologo con más de veinte años de experiencia, debería haber estado”.