El empresario Leonardo Spokojny recibió el respaldo de la Justicia
El titular de Beech Flying había sido falsamente acusado por algunos medios de comunicación de intentar ocultar obras de arte de su propiedad en un viaje que realizó a Uruguay; finalmente, la Aduana reconoció que pudo ingresar las pinturas a Uruguay tras realizar un simple trámite.
La Justicia finalmente aclaró que el empresario Leonardo Spokojny no ocultó obras de arte de su propiedad cuando se dirigía a su vivienda en Uruguay. La aclaración de la Aduana se dio luego de que una serie de medios de comunicación argentinos se hiciera eco de una falsa información al respecto.
La resolución del administrador de la Aduana de Gualeguaychú, Gustavo Falcón, explica que el acta labrada por la Aduana negó por completo que el empresario viajara con las obras de arte “ocultas”, tal como se había informado en un primer momento.
Lo ocurrido fue que Leonardo Spokojny desconocía que para trasladar las obras de arte de su propiedad requería una autorización por parte del Ministerio de Cultura de la Nación. Tras ser informado sobre ese requisito, el titular de la compañía Beech Flying realizó el debido trámite y pudo recuperar las piezas que la Aduana de Entre Ríos le había retenido.
El acta labrada el 27 de septiembre del 2018 por la Aduana de Gualeguaychú indica que el precio de mercado de las obras de arte estaba muy por debajo del informado inicialmente por algunos medios de comunicación. En el documento oficial se informa que la tasación oficial de la Aduana Central fue de sólo tres mil dólares, aunque un medio había asegurado que las mismas valían “cifras millonarias”. Esto último fue descartado por la propia Aduana.
El episodio ocurrió en septiembre del 2018 en un control aduanero del Puente Internacional Libertador General San Martín, que une Gualeguaychú con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, cuando Spokojny se dirigía a su vivienda en el país vecino.
En su descargo, el titular de Beech Flying explicó: “Ninguna objeción existió sobre los bienes que transportaba, salvo la observación formal de la aduana argentina, por cuanto por tratarse de pinturas, debía contar con el aviso de exportación de bienes culturales”.
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