El drama de siete hermanos: "Mi mamá compra vino con nuestras asignaciones"
Siete menores de Florencio Varela y una triste historia. El padre murió y la madre es alcohólica. Viven a duras penas gracias a la ayuda de los vecinos.
Se trata de siete hermanos, de 16 años para abajo, que viven en Florencio Varela, víctimas de una vida que no fue para nada justa con ellos. Su padre murió y su madre usa el dinero que obtiene de los subsidios para comprar vino.
"Mi mamá cobra por madre de siete hijos, pero es borracha y se gasta la plata en vino", dice Patricia, la mayor de la familia.
Los hermanitos viven en condiciones prácticamente infrahumanas, sin luz ni agua, comiendo gracias a la ayuda de los vecinos, según informó el diario Crónica.
Su madre utiliza las raciones de leche que el Estado le da para ellos, para comprar alcohol, las vende o las canjea. Además de que los deja solos durante gran parte del día, por lo que la mayor de las hermanas, a pesar de su corta edad, debe hacer las veces de "mamá".
Su casa es precaria, construida con algo de material, maderas y chapas viejas y rotas que intentan hacer de techo, sin puertas y expuesta a la lluvia, con ratas y demás insectos merodeando.
"Hacemos pis y caca en un tacho, y después lo tiramos ahí en el pozo. No tenemos luz, ni agua", explicó una de las hermanas. La única garrafa que tenían, que la usaban para protegerse del frío y para cocinar, también fue vendida por su madre para comprar vino.
Desde el municipio saben de la situación y ya en su momento enviaron materiales para armar una casa, sólo que los materiales corrieron la misma suerte que la garrafa y las asignaciones, fueron canjeados por alcohol.
La actual pareja de la matriarca de la familia, también es alcohólico. Por otra parte, los chicos tienen una hermana de 17 años que tiene un bebé, un hermano mayor de edad y una abuela, pero no viven desde hace tiempo en la casa ni tienen relación con ellos, debido a las peleas y conflictos que tenían con la madre.
"Mi mamá cobra por madre de siete hijos, pero es borracha y se gasta la plata en vino", dice Patricia, la mayor de la familia.
Los hermanitos viven en condiciones prácticamente infrahumanas, sin luz ni agua, comiendo gracias a la ayuda de los vecinos, según informó el diario Crónica.
Su madre utiliza las raciones de leche que el Estado le da para ellos, para comprar alcohol, las vende o las canjea. Además de que los deja solos durante gran parte del día, por lo que la mayor de las hermanas, a pesar de su corta edad, debe hacer las veces de "mamá".
Su casa es precaria, construida con algo de material, maderas y chapas viejas y rotas que intentan hacer de techo, sin puertas y expuesta a la lluvia, con ratas y demás insectos merodeando.
"Hacemos pis y caca en un tacho, y después lo tiramos ahí en el pozo. No tenemos luz, ni agua", explicó una de las hermanas. La única garrafa que tenían, que la usaban para protegerse del frío y para cocinar, también fue vendida por su madre para comprar vino.
Desde el municipio saben de la situación y ya en su momento enviaron materiales para armar una casa, sólo que los materiales corrieron la misma suerte que la garrafa y las asignaciones, fueron canjeados por alcohol.
La actual pareja de la matriarca de la familia, también es alcohólico. Por otra parte, los chicos tienen una hermana de 17 años que tiene un bebé, un hermano mayor de edad y una abuela, pero no viven desde hace tiempo en la casa ni tienen relación con ellos, debido a las peleas y conflictos que tenían con la madre.