El drama de Claudia Albertario, varada en Buenos Aires y sin poder ver a sus hijos en Miami: “No tengo manera de volver”
La actriz vino al país desde Miami para despedir a su padre, quien falleció el pasado 29 de mayo.
A fines de mayo, Claudia Albertario llegó a la Argentina proveniente de Miami con la intención de atender una urgente cuestión personal. Es que su padre, Luis, estaba internado, peleando por su vida, y la actriz decidió visitarlo para acompañarlo junto a su madre Clara y su hermana Gabriela. Lamentablemente, el 29 de mayo, Albertario padre falleció.
“Me esperó y pude despedirme. Lo llenamos de amor”, le contó Claudia a Teleshow. “Falleció por una insuficiencia cardíaca, después de haber tenido varios ACV sin signos que lo dañaron mucho. Y los últimos días fueron los que desencadenaron su partida”, agregó.
Los días que siguieron al fallecimiento, Claudia los pasó con su madre: “La ayudé con trámites, la mimé, hicimos cosas juntas para estar con ella y animarla”, contó. Pero cuando intentó sacar un pasaje de vuelta a la ciudad estadounidense en la que vive hace casi ocho años -junto a su marido Jerónimo Valdivia y los hijos de ambos, Simona y Dante- comenzaron los problemas. “Estoy tratando de volver a casa. Tengo a toda mi familia allá y no tengo manera de volver”, le dijo a Teleshow.
Es que a la hora de buscar vuelos, Claudia se encontró con que “reprograman, están sobrevendidos, te clavan a 7 mil dólares un pasaje en clase turista. Es una cosa de locos. Desde el sábado que estoy tratando de conseguir un vuelo y me fui enterando de casos de gente que está varada, que no puede irse, que perdió hoteles, alquileres de departamentos, autos. Es rarísimo que no haya un ente regulador que mida esto. Si te muestro los pasajes, no lo podés creer... un pasaje que lo anuncian como ‘gran oferta’ cuesta casi setecientos mil pesos”, dice, y adjunta como prueba una captura elocuente: un vuelo que sale de Ezeiza y llega 22 horas y una escala después a Miami, se vende a un valor de 680.487 pesos argentinos. “Esto es lo mejor que encontré. Esto te lo venden como barato”, enfatizó.
“Busco conexiones, vía a cualquier lugar: intenté vía Panamá, vía Costa Rica, vía Perú, irme a Canadá y de ahí, me voy nadando (se ríe), pero no hay. Es imposible volar”, se lamenta. Y disparó: “No puede ser que no agreguen más vuelos. O que los asientos de los tripulantes, que siempre están vacíos, los estén vendiendo. Hubo una sobreventa de 71 tickets el otro día. ¿Quién regula eso? Tiene que haber alguien que lo controle, porque después esa gente se arrastra a otros vuelos y se hace una bola de gente que no viaja más”.
Normalmente, un pasaje a Miami cuesta alrededor de 1.000 dólares. “Por ahí puede llegar a subir 200 o 300 dólares en la época de las Fiestas. Pero esto es un delirio. Igual, claramente, si están esos precios es porque la gente los está pagando. Pero no es una cuestión de querer y poder pagar, es que es un despropósito. Y las líneas aéreas se están abusando. Tiene que haber un ente que regule eso”, insistió Albertario.
“Mi compromiso más importante es mi familia. No me preocupa lo laboral, incluso puedo atender algunos asuntos estando acá. Pero tengo un hijo de tres años. Mi hija está en clases, y las terminaba hoy. Y no pude llegar a su final de curso”, agregó.
Por último, Claudia cerró con una expresión de deseo: “No me queda otra más que tener paciencia y esperar. Que alguien haga algo, que vean esta situación y se regule un poco más. Que agreguen vuelos, que se bajen los precios”, dijo.
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