El dólar paralelo sigue en alza
La cotización del dólar paralelo o "negro" alcanzó los 4,80 pesos en la city porteña y el "contado con liquidación" tocó los 5 pesos debido a las restricciones impuestas por el Banco Central en el mercado formal.
Los interesados en la moneda estadounidense buscan alternativas para adquirir dólares y cada vez acuden más a los "arbolitos" o "cuevas financieras" que comienzan a operar a media mañana en el microcentro porteño, después de los controles cotidianos de inspectores de la AFIP.
Cuatro operadores de ese mercado paralelo dijeron a la agencia Noticias Argentinas que la demanda de billetes creció entre un 30 y un 40 por ciento desde diciembre último, cuando el Gobierno comenzó a extremar los controles para la adquisición de divisas.
"Lo más demandado es el dólar. Pero a medida que los clientes van pidiendo vamos incorporando monedas. Tenemos euros y reales, que son muy demandados, principalmente por los que planean hacer turismo en Brasil o Europa en el corto plazo", relató un operador
en la calle Florida.
La demanda viene inflando al "dólar blue" mientras que la autoridad monetaria sigue interviniendo en el mercado formal con compras y ventas en spot para sostener el precio, que ayer cerró en los 4,37 pesos para la venta y 4,33 pesos para la compra.
Si bien el mercado paralelo del dólar viene creciendo en forma muy dinámica, lo que preocupa al Gobierno son las operaciones de "contado con liquidación", responsables de la fuga de cientos de miles de dólares diarios.
Esa estrategia para captar capitales en moneda extranjera fue la que más se incrementó desde diciembre último, cuando la autoridad monetaria que preside Mercedes Marcó del Pont comenzó a ajustar los controles y a imponer cada vez más restricciones.
Se trata del sistema que surge de operaciones en las que se triangulan pesos, bonos y dólares, y fue denunciado por la propia presidente Cristina Kirchner el año pasado, cuando cuestionó estas estrategias financieras que afectan a la economía local.
Los inversores que quieren ahorrar en el exterior compran en pesos bonos nominados en dólares a tenedores que mantienen esos títulos en fuera del país (en los Estados Unidos, Europa o Uruguay, entre otros) y así logran fugar inversiones en forma automática y sin pasar por ningún control.
Cuando el precio de este dólar está cerca del dólar mayorista, que ayer cerró en los 4,3520 pesos, es porque hay ingreso de divisas, y por el contrario, cuando se separa, es porque se está registrando una elevada fuga.
En las últimas dos semanas aumentó considerablemente la demanda de títulos en divisas de mediano y corto plazo como el Bonar X y Boden 2015, y ahora protagonizan tres de cada diez operaciones en títulos públicos e incluso cierran en alza cuando la Bolsa de Comercio termina en terreno negativo.
La lógica del mercado paralelo o "estratega", según los propios operadores consultados por NA, es que cuando mayores controles existan, más crecerá la demanda en el sector informal dado que los ahorristas apuntan a adquisiciones seguras, más cuando tienen el destino para las divisas fijado en el corto plazo.
El Gobierno espera que con los controles la fuga caiga este año por lo menos a la mitad de la registrada en 2011, que fue de 22.600 millones de dólares, y vuelva así al nivel de 2010.
La tendencia de la fuga se mantuvo en enero y febrero en línea con los registros de diciembre último, en unos 500 millones mensuales, lo cual demuestra una desaceleración aunque el caudal sigue preocupando.
Cuatro operadores de ese mercado paralelo dijeron a la agencia Noticias Argentinas que la demanda de billetes creció entre un 30 y un 40 por ciento desde diciembre último, cuando el Gobierno comenzó a extremar los controles para la adquisición de divisas.
"Lo más demandado es el dólar. Pero a medida que los clientes van pidiendo vamos incorporando monedas. Tenemos euros y reales, que son muy demandados, principalmente por los que planean hacer turismo en Brasil o Europa en el corto plazo", relató un operador
en la calle Florida.
La demanda viene inflando al "dólar blue" mientras que la autoridad monetaria sigue interviniendo en el mercado formal con compras y ventas en spot para sostener el precio, que ayer cerró en los 4,37 pesos para la venta y 4,33 pesos para la compra.
Si bien el mercado paralelo del dólar viene creciendo en forma muy dinámica, lo que preocupa al Gobierno son las operaciones de "contado con liquidación", responsables de la fuga de cientos de miles de dólares diarios.
Esa estrategia para captar capitales en moneda extranjera fue la que más se incrementó desde diciembre último, cuando la autoridad monetaria que preside Mercedes Marcó del Pont comenzó a ajustar los controles y a imponer cada vez más restricciones.
Se trata del sistema que surge de operaciones en las que se triangulan pesos, bonos y dólares, y fue denunciado por la propia presidente Cristina Kirchner el año pasado, cuando cuestionó estas estrategias financieras que afectan a la economía local.
Los inversores que quieren ahorrar en el exterior compran en pesos bonos nominados en dólares a tenedores que mantienen esos títulos en fuera del país (en los Estados Unidos, Europa o Uruguay, entre otros) y así logran fugar inversiones en forma automática y sin pasar por ningún control.
Cuando el precio de este dólar está cerca del dólar mayorista, que ayer cerró en los 4,3520 pesos, es porque hay ingreso de divisas, y por el contrario, cuando se separa, es porque se está registrando una elevada fuga.
En las últimas dos semanas aumentó considerablemente la demanda de títulos en divisas de mediano y corto plazo como el Bonar X y Boden 2015, y ahora protagonizan tres de cada diez operaciones en títulos públicos e incluso cierran en alza cuando la Bolsa de Comercio termina en terreno negativo.
La lógica del mercado paralelo o "estratega", según los propios operadores consultados por NA, es que cuando mayores controles existan, más crecerá la demanda en el sector informal dado que los ahorristas apuntan a adquisiciones seguras, más cuando tienen el destino para las divisas fijado en el corto plazo.
El Gobierno espera que con los controles la fuga caiga este año por lo menos a la mitad de la registrada en 2011, que fue de 22.600 millones de dólares, y vuelva así al nivel de 2010.
La tendencia de la fuga se mantuvo en enero y febrero en línea con los registros de diciembre último, en unos 500 millones mensuales, lo cual demuestra una desaceleración aunque el caudal sigue preocupando.