El dólar agita tensiones políticas y económicas
* Por Raúl Vives. La política y la economía van por carriles diferentes, disociadas cada vez más. ¿Hasta cuándo puede ocurrir esto?
Las expectativas con el dólar no declinan, la brecha cambiaria entre el controlado y el libre es ya un problema económico y nada indica que ese escenario vaya a cambiar.
abre comillasLa referencia de la presidenta Cristina Kirchner a que "nada raro" va a ocurrir con el dólar da la pauta de las tensiones que consumen hacia adentro al Gobiernocierra comillas
La referencia de la presidenta Cristina Kirchner a que "nada raro" va a ocurrir con el dólar da la pauta de las tensiones que consumen hacia adentro al Gobierno.
No hay previsiones de crisis como las vividas en otras décadas, pero las percepciones sociales cambian a velocidades asombrosas cuando los vientos dejan de ser favorables. Existen versiones y en algunos casos datos ciertos, de que algunas provincias podrían verse obligadas a pagar sueldos y aguinaldos en cuotas. Ya ocurre en Santa Cruz y en algunos municipios como Córdoba.
BACHE FINANCIERO
¿Qué pasaría si esa situación se generalizara? Un estudio de la Fundación Mediterránea asegura que con los 73.000 millones que puede emitir el Banco Central, alcanzaría para cubrir el bache financiero que se proyecta para este año en la Nación y las provincias.
Pero hasta ahora, el gobierno nacional no ha ayudado con financiamiento a ninguna administración provincial. En algunos casos mantiene deudas anteriores, como las que reclaman Santa Fe y Córdoba. ¿Continuará esta política en la segunda mitad del año? ¿Avanzará más la Nación en esta dirección de ahogar las finanzas locales?
Por ahora, el único instrumento al que parece echar mano la gestión cristinita para frenar la desaceleración es la oferta de crédito a tasas negativas. Nada indica que esa disponibilidad de créditos blandos permita recuperar la inversión, o generar un clima de negocios más positivo. El cepo cambiario y a las importaciones son incentivos mucho más eficientes para desalentar la producción. En cualquier caso, la incertidumbre sobre cómo sigue la política económica y el manejo de las variables claves parecen tener mucho más peso a la hora de las decisiones de negocios.
El contexto político tampoco ayuda a la economía. Las candidaturas, la reelección, el adelantamiento de los comicios del 2013 o la guerra cotidiana de la Nación con la Ciudad de Buenos Aires, o las internas K en el territorio bonaerense y el gabinete nacional consumen la energía y los esfuerzos de la mayoría de la dirigencia política, cada vez más alejada de los temas del día a día. ¿Otra vez la Argentina en una encrucijada producto de sus propios errores?
IMPERICIA
La pericia oficial para enfrentar la demanda de dólares se muestra cada vez más ineficiente. Cerrar las puertas a la compra minorista de dólares es la peor receta si se pretende calmar los ánimos en el mercado cambiario. Precisamente, eso fue lo ocurrido en la semana que pasó y que como resultado empinó la cotización del paralelo con una brecha de casi 30%. De acuerdo con algunos estudios, el Gobierno asume ese costo por cifras poco relevantes. La diferencia en el cerrojo anterior al actual sería de 200 o 300 millones mensuales en el mercado minorista.
El daño a las expectativas, por otro lado, es mucho mayor, y tampoco por ese motivo se ha frenado la fuga de divisas.
El dólar, que sigue siendo un tema cotidiano en la vida económica, tiene ahora al menos dos precios: uno que se puede conseguir a cuentagotas; y el otro libre. Este último empieza a ser cada vez más, punto de referencia. No importa si es real o ficticio. Son las expectativas las que mandan. La frase de la presidenta Cristina Kirchner, descartando un desdoblamiento cambiario, no es excluyente. Ya existe un doble mercado y es probable que su oficialización sea sólo una cuestión de tiempo.
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La referencia de la presidenta Cristina Kirchner a que "nada raro" va a ocurrir con el dólar da la pauta de las tensiones que consumen hacia adentro al Gobierno.
No hay previsiones de crisis como las vividas en otras décadas, pero las percepciones sociales cambian a velocidades asombrosas cuando los vientos dejan de ser favorables. Existen versiones y en algunos casos datos ciertos, de que algunas provincias podrían verse obligadas a pagar sueldos y aguinaldos en cuotas. Ya ocurre en Santa Cruz y en algunos municipios como Córdoba.
BACHE FINANCIERO
¿Qué pasaría si esa situación se generalizara? Un estudio de la Fundación Mediterránea asegura que con los 73.000 millones que puede emitir el Banco Central, alcanzaría para cubrir el bache financiero que se proyecta para este año en la Nación y las provincias.
Pero hasta ahora, el gobierno nacional no ha ayudado con financiamiento a ninguna administración provincial. En algunos casos mantiene deudas anteriores, como las que reclaman Santa Fe y Córdoba. ¿Continuará esta política en la segunda mitad del año? ¿Avanzará más la Nación en esta dirección de ahogar las finanzas locales?
Por ahora, el único instrumento al que parece echar mano la gestión cristinita para frenar la desaceleración es la oferta de crédito a tasas negativas. Nada indica que esa disponibilidad de créditos blandos permita recuperar la inversión, o generar un clima de negocios más positivo. El cepo cambiario y a las importaciones son incentivos mucho más eficientes para desalentar la producción. En cualquier caso, la incertidumbre sobre cómo sigue la política económica y el manejo de las variables claves parecen tener mucho más peso a la hora de las decisiones de negocios.
El contexto político tampoco ayuda a la economía. Las candidaturas, la reelección, el adelantamiento de los comicios del 2013 o la guerra cotidiana de la Nación con la Ciudad de Buenos Aires, o las internas K en el territorio bonaerense y el gabinete nacional consumen la energía y los esfuerzos de la mayoría de la dirigencia política, cada vez más alejada de los temas del día a día. ¿Otra vez la Argentina en una encrucijada producto de sus propios errores?
IMPERICIA
La pericia oficial para enfrentar la demanda de dólares se muestra cada vez más ineficiente. Cerrar las puertas a la compra minorista de dólares es la peor receta si se pretende calmar los ánimos en el mercado cambiario. Precisamente, eso fue lo ocurrido en la semana que pasó y que como resultado empinó la cotización del paralelo con una brecha de casi 30%. De acuerdo con algunos estudios, el Gobierno asume ese costo por cifras poco relevantes. La diferencia en el cerrojo anterior al actual sería de 200 o 300 millones mensuales en el mercado minorista.
El daño a las expectativas, por otro lado, es mucho mayor, y tampoco por ese motivo se ha frenado la fuga de divisas.
El dólar, que sigue siendo un tema cotidiano en la vida económica, tiene ahora al menos dos precios: uno que se puede conseguir a cuentagotas; y el otro libre. Este último empieza a ser cada vez más, punto de referencia. No importa si es real o ficticio. Son las expectativas las que mandan. La frase de la presidenta Cristina Kirchner, descartando un desdoblamiento cambiario, no es excluyente. Ya existe un doble mercado y es probable que su oficialización sea sólo una cuestión de tiempo.