El divertido diálogo entre el presidente Correa y Jorge Bergoglio
Se reunieron el Presidente de Ecuador y el Sumo Pontífice y de allí se desprendió una desopilante conversación.
El Papa Francisco recibió hoy al presidente de Ecuador, Rafael Correa, con quien mantuvo una audiencia a solas durante 20 minutos, en la que hablaron de la justicia social, el valor de la solidaridad, el respeto por las poblaciones indígenas y la protección del medioambiente.
El encuentro a solas, que se extendió durante unos 20 minutos yse desarrolló en un marco de gran cordialidad.
En un comunicado de la Santa Sede, se indicó que el papa y Correa hablaron del "importante aporte de la iglesia católica en los diversos sectores de la vida social del país y sobre la importancia de un diálogo sincero y permanente entre la iglesia y el Estado para afrontar los desafíos fundamentales de la sociedad".
También se subrayó la "centralidad de la justicia social, el valor de la solidaridad y de la subsidiaridad en la búsqueda del bien común", y se habló del "respeto de las poblaciones indígenas, de su cultura, así como de la protección del medioambiente".
Francisco recibió a Correa en la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca privada del papa, y sus primeras palabras al recibirlo fueron: "Qué gusto verlo otra vez, ¿Como está su madre?" y luego agregó: "Lo veo fresco como una lechuga".
El mandatario ecuatoriano, vestido con camisa y sin corbata, le respondió: "Es un honor estar aquí" y luego le pidió "Santidad, una bendición para mí y mi familia",mientras presentaba a su secretaria personal que se acercó a Francisco para sostenerle su mano.
"No la tiene que confesar sino hacer un exorcismo, porque es mi asistente personal, pero es una dictadora. Me maltrata", agregó Correa.
El diálogo entre ambos líderes duró unos 20 minutos, luego el pontífice saludó a la comitiva ecuatoriana y finalmente Correa también dialogó con el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y el secretario pra las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti.
En el tradicional intercambio de regalos, el papa regaló a Correa un rosario, una medalla y el documento de Aparecida de los obispos de América Latina, el mismo regalo que en entrevistas anteriores el pontífice había dado a la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y a la brasileña, Dilma Rousseff.
Por su parte, Correa le entregó al papa un sombrero de paja "panamá" blanco, una imagen de la Virgen Dolorosa de un colegio jesuita de Ecuador, y un libro sobre el pesebre artístico de Quito.
Correa llegó al Vaticano procedente de Milán, donde se reunió con empresarios italianos, y ahora se trasladará a España, última etapa de la gira por Europa del mandatario, que también incluyó Alemania.
El encuentro a solas, que se extendió durante unos 20 minutos yse desarrolló en un marco de gran cordialidad.
En un comunicado de la Santa Sede, se indicó que el papa y Correa hablaron del "importante aporte de la iglesia católica en los diversos sectores de la vida social del país y sobre la importancia de un diálogo sincero y permanente entre la iglesia y el Estado para afrontar los desafíos fundamentales de la sociedad".
También se subrayó la "centralidad de la justicia social, el valor de la solidaridad y de la subsidiaridad en la búsqueda del bien común", y se habló del "respeto de las poblaciones indígenas, de su cultura, así como de la protección del medioambiente".
Francisco recibió a Correa en la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca privada del papa, y sus primeras palabras al recibirlo fueron: "Qué gusto verlo otra vez, ¿Como está su madre?" y luego agregó: "Lo veo fresco como una lechuga".
El mandatario ecuatoriano, vestido con camisa y sin corbata, le respondió: "Es un honor estar aquí" y luego le pidió "Santidad, una bendición para mí y mi familia",mientras presentaba a su secretaria personal que se acercó a Francisco para sostenerle su mano.
"No la tiene que confesar sino hacer un exorcismo, porque es mi asistente personal, pero es una dictadora. Me maltrata", agregó Correa.
"Una bendición para mí y mi familia", le dijo la asistente. "Pero no lo maltrate", le contestó Francisco.
Después de las presentaciones, Francisco y Correa se encerraron en la biblioteca y allí continuó el coloquio a solas, que fue parcialmente divulgado luego en un extracto contenido en un video.
"Utilizo estos términos, Santo Padre, informales: ¿Quién iba a decir que un boludo como yo iba a estar aquí?", le dijo Correa a Francisco, mientras reían juntos.
El ecuatoriano participó el pasado 19 de marzo en el Vaticano de la misa de inicio del pontificado de Francisco, acompañado en aquella ocasión por su madre, a la que el papa también saludó.El diálogo entre ambos líderes duró unos 20 minutos, luego el pontífice saludó a la comitiva ecuatoriana y finalmente Correa también dialogó con el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y el secretario pra las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti.
En el tradicional intercambio de regalos, el papa regaló a Correa un rosario, una medalla y el documento de Aparecida de los obispos de América Latina, el mismo regalo que en entrevistas anteriores el pontífice había dado a la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y a la brasileña, Dilma Rousseff.
Por su parte, Correa le entregó al papa un sombrero de paja "panamá" blanco, una imagen de la Virgen Dolorosa de un colegio jesuita de Ecuador, y un libro sobre el pesebre artístico de Quito.
Correa llegó al Vaticano procedente de Milán, donde se reunió con empresarios italianos, y ahora se trasladará a España, última etapa de la gira por Europa del mandatario, que también incluyó Alemania.