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El director del Piñero pide más seguridad

El director del hospital Piñero del barrio porteño de Flores, Ricardo Caprese, advirtió hoy que"no da ningún tipo de tranquilidad" el único agente de la Policía Federal que repuso el gobierno nacional en el acceso principal del establecimiento sanitario.

Aseguró que "no alcanza" para brindar seguridad a los médicos y trabajadores que efectuaban esta mañana el tercer día de huelga en rechazo del retiro de la custodia de los pabellones del hospital y de los centros de salud dependientes del establecimiento, situados en zonas de emergencia del sur de la ciudad.

Alertó además que tampoco es suficiente que haya ascendido hoy de cuatro a ocho la cantidad de empleados de seguridad privada en cada turno por orden de la administración porteña, al advertir que "el uniforme policial es lo que produce cierto respeto" en los delincuentes de la zona.

"Un solo agente policial no nos da ningún tipo de tranquilidad, no alcanza para brindar la seguridad necesaria para que el hospital funcione con normalidad", enfatizó Caprese. Se refirió así al efectivo de la comisaría 36 que permanecía esta mañana frente al acceso principal del centro asistencial -situado en la avenida Varela 1301- con la orden de no entrar y llamar al 911 en el caso de que ocurra un hecho delictivo en el interior del hospital.

"Se duplicó la seguridad privada a ocho empleados por turno pero eso no alcanza tampoco porque el uniforme policial es lo que produce cierto respeto (en los delincuentes de la zona)", advirtió Caprese en declaraciones a la prensa efectuadas frente al establecimiento sanitario.

Recordó que "los centros de salud" dependientes del Piñero están situados en medio de "villas" de emergencia y resaltó que los médicos y los trabajadores de esos establecimientos de atención primaria suelen enfrentarse a casos de personas "desbordadas" por el consumo de "paco".

"Están descontrolados y no sabemos qué tipo de reacción pueden tener", completó para reiterar luego el reclamo de "reposición" de la custodia de la Policía Federal que alcanzaba a todos los pabellones del Piñero y sus centros de salud.