El cura argentino Patricio Benvenuti detenido por estafa en el Vaticano
Para una causa humanitaria percibió más de 30 millones de euros por parte de 300 contribuyentes, pero el dinero terminó en un sistema de blanqueo de dinero.
"Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de los Cielos", de Mateo 19, 24, reza una de las frases bíblicas más empleadas para condenar la avaricia del hombre. Resulta paradójico que un vocero de la palabra cristiana como el sacerdote Benvenuti haya sucumbido ante la tentación.
El cura argentino; radicado en Bolzano, un poblado al norte de Italia; fue arrestado por la Policía italiana por estafar a 300 personas por un monto de 300 millones de euros que, en teoría, eran destinados a la fundación humanitaria Khepa. Sin embargo, se descubrió que el dinero terminaba en una red de blanqueo en el que estaban involucradas empresas extranjeras.
La Guardia di Finanza se incautó de una villa de lujo del siglo XV en un pueblo del centro de Italia llamado Piombo y ordenó el arresto internacional del empresario francés Christian Veintisiete, acusado de ser cómplice de Benvenuti.
El sacerdote argentino tiene 64 años y trabajó en el Tribunal Eclesiástico de la Santa Sede. Ademas, se desempeñó como segundo capellán militar en la Escuela de Telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas gestionada por la Marina Militar en Chiavari, Génova.