El crimen de los rugbiers y la miseria de los abogados
Los candidatos se prestan a teatralizaciones y concurren con fotocopias de la causa y enormes códigos de procedimientos.
A diario asistimos a un solapado y sutil casting de abogados que pasan interminables horas en los canales de televisión rogando por un esperado llamado: el de alguno de los padres de los rugbiers presos en Dolores.
Los candidatos se prestan a teatralizaciones y concurren con fotocopias de la causa y enormes códigos de procedimientos.
Allí comienza el sutil y miserable espectáculo. Critican sin parar al pobre y sacrificado Dr. Tomei, el defensor de los acusados.
Recitan largas y contradictorias teorías para zafar a uno o al otro, y comienzan diciendo: “…si yo estuviera haría esto o aquello…” “…Tomei se equivocó en esto, o no hizo aquello…”.
Que personajes raros son los abogados: se los nota envidiosos, fabuladores, interesados, presuntuosos y demás calificativos que no suman más a este análisis. Pero la enorme mayoría sueña con recibir el salvador llamado telefónico.
Entiendo que la crisis económica amplifica esto, pero muchachos, dan pena.
Y atención que no los motiva la intención de hacer justicia o el mostrarse en los canales de televisión. Solo los mueve una cosa: la plata que pueden generar con este caso.
Usted se preguntará de cuánto hablamos: aproximadamente 150 mil dólares por familia de acusado detenido y, a eso, habrá que sumarle los gastos de traslado del abogado a Dolores o a Villa Gesell según el caso.
Esta semana, luego de mi paso por el programa Intratables, donde dije algo de lo que hoy escribo, muchos conocidos me dijeron: ¿tanto gana un abogado? Solo una pequeña elite, el resto mira de afuera del vidrio.
Estos candidatos esgrimen logros que solo ellos reconocen, y la mayoría son coleccionistas de prisiones perpetuas, y cuando son preguntados por los familiares qué pasó, les dicen es culpa de la justicia corrupta.
Si algún candidato llega al objetivo, y los vera recitar siempre lo mismo, la fiscal esto, el juez aquello.
Y solo con la intención de tenerlos a ustedes, que me lee habitualmente, cinco acusados son señalados por testigos que los ven golpear a Fernando en el piso, el resto ayudaron impidiendo que los amigos de la víctima pudieran ayudarlo, con lo cual hoy tenemos, cinco coautores y cinco participes necesarios.
A lo largo de estos meses escucharemos un montón de cosas, la verdad, se verá el febrero o marzo del año próximo en el juicio oral. Mientras tanto sigamos viendo esta maravillosa obra maestra del terror….
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