El corredor seguro que lleva a la boca del lobo: el suplicio de las estudiantes de un instituto docente para asistir a clases en Monte Grande
Un intento de abuso reciente visibilizó la problemática a la que son sometidas estas jóvenes desde hace años. Reclaman medidas efectivas.
Por Julián Franzil
@Franzzzzo
En Monte Grande, la localidad cabecera del partido bonaerense de Esteban Echeverría, en la zona sur del Conurbano, existe un instituto superior de formación docente cuyo alumnado se encuentra preocupado por la falta de seguridad en la zona. Son mujeres en su mayoría y reclaman medidas que las protejan del aislamiento que rodea al edificio.
Sucede que un hecho reciente en el que una estudiante le roció gas pimienta a un hombre que intentó acosarla visibilizó una realidad que es vivida hace años. Pero el suceso sirve de disparador para más de un interrogante, como por qué la problemática persiste en el tiempo o qué medidas se deben implementar desde el Poder Ejecutivo y la Policía para sanear esta realidad.
El Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°35 "Profesor Vicente D' Abramo" se encuentra en Amat al 200, una calle que le debe su nombre a una extinta e icónica fábrica textil del barrio que dejó como excedente luego de su cierre un predio de cuatro manzanas que los vecinos suelen usar para ejercitar y/o recrearse. La calle en cuestión nace una cuadra después de la vía ferroviaria de la Línea General Roca y, seis cuadras después, desemboca en el parque. Vecinos y alumnos denuncian que ese tramo luce desolado y es un caldo de cultivo para la proliferación de la delincuencia.
El miércoles 5, una estudiante de Biología, salió al mediodía de cursar y decidió cortar camino por la plazoleta ubicada en el cruce entre Amat con la calle Hipólito Yrigoyen para volver a su casa. Sucede que en esa zona fue instalado a principios de año un denominado "corredor seguro", ante los constantes reclamos elevados por el Instituto a partir de los casos de robo denunciados por varias estudiantes. Pero la medida no sirvió de nada: un delincuente atacó a la joven e intentó abusar sexualmente de ella.
Era un hombre de mediana edad que no se imaginaba que su víctima iba a defenderse: no sólo se resistió y forecejeó con su atacante sino que, cuando tuvo la chance, sacó su rociador de gas pimienta del bolso y lo descargó en los ojos del agresor, para luego huir a toda velocidad. Para su fortuna, el suceso terminó ahí.
Sus compañeros, los integrantes del centro de estudiantes y las autoridades educativas respiraron tranquilos cuando supieron que la cosa no había pasado a mayores, pero señalaron ante los medios de comunicación que no se trata de un caso aislado y reclamaron una solución para que todos puedan concurrir al establecimiento sin miedo.
Algunas de las propuestas que presentaron fue el cambio de recorrido de colectivos y la colocación de luminarias y cámaras de monitoreo. Una delegada de uno de los cursos, quien prefirió mantener el anonimato, dialogó en exclusiva con DiarioVeloz y señaló que, si bien se les recomendó a todos los concurrentes transitar por el corredor seguro una vez que salieran del edificio, "lamentablemente las cuadras son muy oscuras y no se pueden ir por ahí". "Por eso tomamos la alternativa de ir por la calle Eduardo Arana, o por dentro, porque son calles más iluminadas", precisó.
En ese sentido, la integrante del cuerpo de delegados, que a su vez depende del centro de estudiantes, señaló que "la zona siempre fue así, siempre hubo robos, pero nunca se llegó al punto de que acosaran a una piba".
También indicó que el instituto contuvo a la alumna agredida y le dio aviso a la Policía de lo sucedido, además de reclamarle la presencia de más patrulleros en la zona. "La respuesta fue que no hay suficientes, por el tema de que tienen que pasar por el (colegio) Naciones Unidas, por un jardín cercano y además por el el instituto. Dicen que no hay demasiados móviles para hacer un recorrido con más efectivos", señaló la fuente a DiarioVeloz.
A su vez, la alumna consideró que desde que empezó a estudiar ve hechos delictivos, y recordó: "Se hicieron muchas denuncias. Un caso particular es el de una chica que había salido del instituto hacia las 18. Le quisieron robar y la quisieron pinchar con un destornillador. La salvó una campera inflada que tenía puesta".
También precisó que los directivos del Vicente D' Abramo "eleveron muchas notas a la Dirección (de Educación del Municipio de Esteban Echeverría) y a la Policía pero no dan soluciones".
Por último se refirió a una realidad ineludible: a este instituto de formación docente, como sucede con todos los demás, acuden en su mayoría mujeres. Ante la consulta de este medio sobre si existieron debates internos entre alumnos, delegados y autoridades sobre el cruce entre la creciente violencia de género y la desprotección a la que estas estudiantes están sometidas, respondió: "Se habla, pero no dan soluciones. O creo yo que ya no saben a dónde acudir".
@Franzzzzo
En Monte Grande, la localidad cabecera del partido bonaerense de Esteban Echeverría, en la zona sur del Conurbano, existe un instituto superior de formación docente cuyo alumnado se encuentra preocupado por la falta de seguridad en la zona. Son mujeres en su mayoría y reclaman medidas que las protejan del aislamiento que rodea al edificio.
Sucede que un hecho reciente en el que una estudiante le roció gas pimienta a un hombre que intentó acosarla visibilizó una realidad que es vivida hace años. Pero el suceso sirve de disparador para más de un interrogante, como por qué la problemática persiste en el tiempo o qué medidas se deben implementar desde el Poder Ejecutivo y la Policía para sanear esta realidad.
El Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°35 "Profesor Vicente D' Abramo" se encuentra en Amat al 200, una calle que le debe su nombre a una extinta e icónica fábrica textil del barrio que dejó como excedente luego de su cierre un predio de cuatro manzanas que los vecinos suelen usar para ejercitar y/o recrearse. La calle en cuestión nace una cuadra después de la vía ferroviaria de la Línea General Roca y, seis cuadras después, desemboca en el parque. Vecinos y alumnos denuncian que ese tramo luce desolado y es un caldo de cultivo para la proliferación de la delincuencia.
El miércoles 5, una estudiante de Biología, salió al mediodía de cursar y decidió cortar camino por la plazoleta ubicada en el cruce entre Amat con la calle Hipólito Yrigoyen para volver a su casa. Sucede que en esa zona fue instalado a principios de año un denominado "corredor seguro", ante los constantes reclamos elevados por el Instituto a partir de los casos de robo denunciados por varias estudiantes. Pero la medida no sirvió de nada: un delincuente atacó a la joven e intentó abusar sexualmente de ella.
Era un hombre de mediana edad que no se imaginaba que su víctima iba a defenderse: no sólo se resistió y forecejeó con su atacante sino que, cuando tuvo la chance, sacó su rociador de gas pimienta del bolso y lo descargó en los ojos del agresor, para luego huir a toda velocidad. Para su fortuna, el suceso terminó ahí.
Sus compañeros, los integrantes del centro de estudiantes y las autoridades educativas respiraron tranquilos cuando supieron que la cosa no había pasado a mayores, pero señalaron ante los medios de comunicación que no se trata de un caso aislado y reclamaron una solución para que todos puedan concurrir al establecimiento sin miedo.
Algunas de las propuestas que presentaron fue el cambio de recorrido de colectivos y la colocación de luminarias y cámaras de monitoreo. Una delegada de uno de los cursos, quien prefirió mantener el anonimato, dialogó en exclusiva con DiarioVeloz y señaló que, si bien se les recomendó a todos los concurrentes transitar por el corredor seguro una vez que salieran del edificio, "lamentablemente las cuadras son muy oscuras y no se pueden ir por ahí". "Por eso tomamos la alternativa de ir por la calle Eduardo Arana, o por dentro, porque son calles más iluminadas", precisó.
En ese sentido, la integrante del cuerpo de delegados, que a su vez depende del centro de estudiantes, señaló que "la zona siempre fue así, siempre hubo robos, pero nunca se llegó al punto de que acosaran a una piba".
También indicó que el instituto contuvo a la alumna agredida y le dio aviso a la Policía de lo sucedido, además de reclamarle la presencia de más patrulleros en la zona. "La respuesta fue que no hay suficientes, por el tema de que tienen que pasar por el (colegio) Naciones Unidas, por un jardín cercano y además por el el instituto. Dicen que no hay demasiados móviles para hacer un recorrido con más efectivos", señaló la fuente a DiarioVeloz.
A su vez, la alumna consideró que desde que empezó a estudiar ve hechos delictivos, y recordó: "Se hicieron muchas denuncias. Un caso particular es el de una chica que había salido del instituto hacia las 18. Le quisieron robar y la quisieron pinchar con un destornillador. La salvó una campera inflada que tenía puesta".
También precisó que los directivos del Vicente D' Abramo "eleveron muchas notas a la Dirección (de Educación del Municipio de Esteban Echeverría) y a la Policía pero no dan soluciones".
Por último se refirió a una realidad ineludible: a este instituto de formación docente, como sucede con todos los demás, acuden en su mayoría mujeres. Ante la consulta de este medio sobre si existieron debates internos entre alumnos, delegados y autoridades sobre el cruce entre la creciente violencia de género y la desprotección a la que estas estudiantes están sometidas, respondió: "Se habla, pero no dan soluciones. O creo yo que ya no saben a dónde acudir".