El conmovedor relato de Lizy Tagliani sobre los últimos días de La Floppy: “Sospechaba el desenlace”
La conductora aseguró que le genera un profundo dolor "haberle mentido" a la madre de su gran amiga. Junto a Marley le rindieron un sentido homenaje.
La emisión del domingo de Por el mundo en casa, el ciclo conducido por Marley por Telefe, había sido planificada con mucho humor, con la presencia estelar de Lizy Tagliani interpretando diferentes personajes. Pero la triste muerte de su gran amiga La Floppy Cucu, ocurrida el lunes pasado a causa de una leucemia, cambió los planes.
En un desgarrador relato, Lizy Tagliani contó cómo acompañó a su mano derecha durante sus días internada, desde que le diagnosticaron la enfermedad, y aseguró que lo que más le duele es “haberle mentido” a Feli, la madre de su amiga. Debido a su edad, en el contexto de la pandemia por el coronavirus, a la mujer no le hubiesen permitido ir al centro médico a visitar a La Floppy, entonces la conductora no le contó qué era lo que estaba sucediendo.
Lizy comenzó con un relato cronológico de los hechos, desde que La Floppy -al igual que ella- se curó de coronavirus y regresó a su casa. “Empezó con mucho dolor de panza y yo le dije ‘bueno, gorda, llamá a emergencias’. Llamó y le dijeron que… Nosotras nos reíamos… Le dijeron que eran gases”, contó la conductora.
Siempre fiel a su estilo, a pesar del dolor, en medio del relato Lizy se permitía alguna risa. Eso no quiere decir que se haya tomado con liviandad la situación, tal como explicó Marley: “Siempre hemos manejado con Floppy un humor con el que nos decíamos barbaridades. Nosotros a ella y ella a nosotros también. Imagino que el humor también habrá formado parte de esa etapa”.
Lizy asintió y continuó con su relato: “Le decía: ‘Gorda, sos un pedo viviente’. Y ella me decía: ‘Callate, viejo loco’. Como le seguía doliendo bastante la panza volvió a llamar. Con todo esto que está pasando la llevaron a una clínica donde solo había pacientes con COVID, por las dudas. Le hicieron el hisopado y dio negativo, así que fue a otra clínica”.
“Yo no sé mucho porque soy medio bruta, pero le hicieron un análisis que indicó que la sangre estaba como ‘enloquecida’. Vino su hermana, Claudia, y mandamos el análisis a Fundaleu. Después me llamó Clau y me dijo que era una leucemia aguda y que iba a ser algo muy fuerte, como que no había esperanzas”, contó con mucho dolor.
Y siguió: “Su hermana decía: ‘¡Se va a morir, se va a morir!’ Y yo le decía: ‘Tranquila, nosotros vamos a hacer todo lo posible’”. En ese momento Lizy tuvo que hacer una pausa para tomar aire y poder continuar: “Ahí empezó la odisea, en estos momentos tan particulares… No sabíamos cómo hacer con su madre…”
Según su relato, ella se imaginó lo peor desde que se enteraron del diagnóstico: “El primer día el médico nos dijo que era muy grave. Ese día… Yo sospechaba el desenlace. Me lo imaginé porque me parecía tan real la explicación del médico”.
A pesar de todo, La Floppy conservaba su buen humor y Lizy la veía tan bien que con el correr de los días su perspectiva cambió y las esperanzas crecieron: “Ella era una persona súper creyente y tenía como una negación, sentía que estaba en un spa. Todo el tiempo recibía chocolates y nos turnábamos para quedarnos con ella. La veíamos tan bien que uno empieza a decir: ‘Los médicos mienten, se atajan por las dudas y dicen que es grave pero no es así. Lo dicen porque tienen miedo de que después pase algo’. Te juro por mi mamá que pensaba que era todo una mentira del médico, porque estaba tan bien…”
“No me gusta ser la viuda de La Floppy, de alguna manera. Pero lo que más me duele es haberle mentido a su mamá todo este tiempo… Por pedido de La Floppy, también. Cuando la tuvimos que sacar de la clínica, tampoco la pudo ver. Nunca. Le volví a mentir: le dije ‘yo ya hablé con alguien y dentro de un tiempo vas a poder verla para despedirte’. Son mentiras que parecen tontas pero duelen. Estoy muy contenta de seguir con el vínculo con su mamá”, aseguró, entre lágrimas.
La madre de La Floppy, quien según Lizy estuvo de acuerdo con que le hicieran este homenaje, le envió un mensaje de audio a la producción del programa, que fue reproducido en vivo: “Estoy muy emocionada y agradecida por tanto amor y demostraciones de cariño hacia ella. Sobre todo a vos, Lizy, que fuiste una amiga incondicional siempre. Lo seguís siendo. Te quiero mucho y vos lo sabés. Marley, te agradezco tanto cariño, te quiero mucho. Mil gracias por tanto amor”.
Sobre el final del programa le rindieron un homenaje muy especial a La Floppy. Marley le entregó a Lizy un globo que llevaba escrito el nombre de su gran amiga. La conductora, antes de soltarlo para que vuele hasta el cielo, recitó un conmovedor poema de Laura Casamayor: “Floppy, has dejado mucho amor acá y algo que a vos te gustaba mucho es ‘El último minuto de mi vida en 60 segundos vividos. Lo pienso aprovechar en esas cosas que nunca he realizado o que no he dicho. Diez segundos serán para recordarte y diez para olvidarme de tu olvido. Y los diez que harán medio minuto para reconocer que te he querido. Diez segundos serán para mis viejos, los grandes seres que he tenido. Diez para toda la gente que gracias al escenario he conocido. Y los últimos diez, los ya jugados, los que se lleven mi último suspiro, serán para pedirte, Dios amado, perdón por los errores cometidos'. Te quiero, Floppy”.
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