El conflicto estudiantil de Chile, en primera persona
El país vecino vive una situación crítica producto de las masivas manifestaciones en reclamo de una educación universitaria gratuita. Diaroveloz.com habló con una joven periodista que vive día a día la grave situación. Entrá y conocé su historia.
* Por Sofía Tarruella
@msofiat
Chile vive una situación crítica producto de las masivas protestas de estudiantes secundarios y universitarios en reclamo, principalmente, de una educación universitaria pública gratuita y de calidad, y por la falta de respuestas del gobierno para encontrar una salida.
En esta movilización, se logró reunir, por primera vez en la historia, a casi todos los miembros del sistema educacional chileno y gran parte de la ciudadanía.
El conflicto comenzó hace cerca de tres meses y ha incluido: Casi 400 detenidos, 78 heridos, marchas de 100 mil personas y el reclamo de un grupo de 40 estudiantes chilenos que cumplieron ayer un mes de huelga de hambre.
Los argumentos de estudiantes y autoridades del gobierno, parecen hablar de mundo distintos y por esto, Diarioveloz.com habló con una periodista chilena que vive los conflictos, día a día, en primera persona.
Catalina Balla, reportera y productora de TV Chile, trabaja todos los días en la televisión oficialista chilena, y en su camino, más de una vez cruzó una manifestación de estudiantes. Pero, además, más de una vez, decidió unirse a ellas, en reclamo de algo que considera "válido y fundamental".
"El otro día me dirigía al canal, y los policías me pararon porque llevaba una mochila y creían que era estudiante, les dije que no, que iba a trabajar, y finalmente, después de un forcejeo, me dejaron pasar, pero el clima que se vive es terrible. Hace unos días, me pegó un gas lacrimógeno y me hirió un poco. Todo el tiempo se escuchan los cacerolazos, manifestaciones, el nivel de violencia es muy triste", aseguró Balla.
Y explicó, que en su opinión, hay "dos lados, uno que es súper válido y que no son sólo estudiantes sino que también son familias y personas de todas las edades que apoyan una educación gratuita y de calidad, y el gobierno no da soluciones apropiadas sino parches", cuenta la joven y agrega: "Otro lado son los encapuchados, que muchas veces, no tienen nada que ver con los estudiantes, si no que se aprovechan de las marchas para hacer destrozos y robar. Estos violentistas no tienen nada que ver con los estudiantes que marchan en paz".
Asimismo, la tercera pata del trípode, la conforma la polícía: " Los carabineros o policía son muy represivos, y de hecho, la gente hablar sobre la posibilidad de que los militares salgan a la calle, por su forma de actuar".
La economía de Chile es considerada actualmente la más desarrollada de la región latinoamericana. El país cuenta con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) más alto de América Latina y en el 2010, se convirtió en el primer miembro pleno de la OCDE en Sudamérica y segundo en Latinoamérica, debido al reconocimiento en los avances económicos de las últimas décadas. Además, el sueldo mínimo es de 182 mil pesos chilenos (US$388), según la modificación realizada el 12 de Julio del 2011.
En este marco, cuesta comprender que la cuota mensual promedio para una facultad sea mucho más que un salario mínimo, (230 mil pesos) y que el estado asegure que no puede bajar los costos.
"Somos el país con la educación más cara del mundo y el sueldo mínimo acá y la mensualidad en la facultad promedio es incompatible. El dinero no puede ser un impedimento a la hora de educarse", asegura Balla.
Con respecto al futuro, la joven asegura que la resolución del conflicto es compleja de ver a corto plazo: "El reclamo está hecho, ahora debe tramitarse en el poder legislativo. El desenlace esperado es que se cumpla con una educación universitaria gratuita y de la calidad".
En cuanto a las recientes declaraciones del presidente Chileno Sebastián Piñera, quien sostuvo que "nada es gratis en esta vida, alguien lo tiene que pagar", Catalina sostiene: "Él se da cuenta de que los estudiantes tienen razón pero alegan que no hay recursos para una educación gratis, sabiendo que chile es uno de los países más ricos de Sudamérica y es el único que no tiene educación superior gratuita".
Y opinó que simples cambios esto se podría modificar: "Por ejemplo cada bomba lacrimógena que tira la policía vale 120 mil pesos. Mejor que se gasten eso en educación o sino el 10% de las ganancias del cobre que va a las fuerzas militares, o que usen para la educación lo que se gasta en obras públicas que después se caen solas. Entonces, ¿Dónde está la prioridad? la educación es lo primero", conluye.