El cínico posteo en Facebook del padre que mató de una puñalada a su hijo de 10 años en Córdoba
Gerardo Reyna fue imputado por el delito de “femicidio vinculado”. “Él actuó para infligirle un sufrimiento de por vida a la mujer”, afirmó la fiscal del caso.
La mamá de Thiago y de Priscila, los chicos que fueron atacados por su padre a cuchillazos en Capilla del Monte, uno de los cuales murió y la otra permanece herida en grave estado, aseguró que su expareja actuó en venganza contra ella porque se negaba a retomar la relación y afirmó que, tras cometer el crimen, Gerardo Javier Reyna le mandó fotos de su hijo cortado en un brazo.
“Femicidio vinculado” fue uno de los agravantes que la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, le imputó al asesino de 39 años detenido el miércoles después de matar a su hijo de 9 años y de herir gravemente a su hija, de 6. “Él mata a su hijo para infligirle un sufrimiento de por vida a la mujer”, argumentó la funcionaria en diálogo con La Voz, en relación con el delito que tiene como destinataria final a Brenda Moyano, la mamá de los nenes.
La mujer se había separado de Reyna después de 11 años de relación, cansada de la violencia de género a la que la sometía. Sin embargo, aunque ella le tenía miedo e incluso la semana pasada él le había pegado en medio de una discusión, Brenda nunca imaginó que pudiera lastimar a sus hijos. “Era un padre muy atento”, repite incluso, como tratando de entender ella misma cómo fue que todo terminó en semejante horror.
El drama de la familia se sigue revelando a medida que avanza la investigación. En las últimas horas, también se conoció un detalle que puso en evidencia el perfil del agresor. Se trata de una de las últimas actividades que mostró en la red social Facebook, el 8 de septiembre pasado, cuando cambió su foto principal y le agregó un marco que lo identificaba como un supuesto detractor de la violencia machista. “Nací para cuidar a la mujer, no para violarla ni matarla”, señala el texto que acompaña a la imagen.
Brenda, que seguía viviendo en La Rioja con sus hijos después de la separación, reconoció que Reyna la amenazaba con lesionarse si no llevaba los chicos a verlo hasta Capilla del Monte. “Vine con miedo de que me fuera a hacer algo a mí, pero Thiago me pedía venir a ver a su papá, me pedía quedarse a vivir con su papá y ayudarlo”, relató.
Aunque ella no tenía intenciones de reconciliarse, el hombre seguía insistiendo con promesas de cambio. “Había sacado turno para ir al psicólogo, yo quería saber si estaba apto para seguir viendo a los nenes, íbamos a ir todos al psicólogo”, remarcó. Pero todo fue de mal en peor y Thiago se convirtió en una víctima impensada de la historia.
Ahora, Brenda sigue de pie solo por su deseo de que se haga justicia por sus hijos y ruega por la recuperación de Priscila, que permanece internada tras ser operada de urgencia. “Es la única que me queda. Que él pague por lo que hizo, que no salga nunca más, porque si lo intentó una vez, si sale lo va a volver a intentar”, aseguró la mujer.
Brenda tiene una historia marcada por la tragedia y la violencia de género: hace apenas dos años había perdido también a una hermana, según la familia, en manos de un femicida. “Yo siempre dije que no iba a permitir algo así, que no iba a dejar que mis papás vuelvan a pasar por un dolor así. Nunca me imaginé que iba a atentar contra la vida de mis hijos”, se lamentó Brenda.
La hermana de Brenda era Maira Moyano. Tenía 18 años cuando la encontraron muerta, en junio de 2018, y aunque para la Justicia de La Rioja se trató de un suicidio su familia sostiene que fue su novio el responsable de la muerte. “Ella fue víctima de violencia de género, la mató el novio, pero quedó en la nada”, aseguran.
Dejá tu comentario