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"El Chavo del 8": la verdadera historia detrás del episodio que marcaría el final de una etapa
“Vacaciones en Acapulco” fue la única vez que la serie se grabó en exteriores. Los secretos y lo motivos de por qué ya nada volvió a ser como antes.
No se puede negar que "El Chavo del 8" acompañó y sigue acompañando a varias generaciones. En la actualidad, la serie se transmite en distintos países e idiomas del mundo. Sin dudas, uno de los capítulos más emotivos de la serie infantil fue aquel viaje que realizaron todos los personajes de la vecindad a Acapulco. ¿Cómo olvidar aquellas vacaciones que nos sacaron una infinidad de sonrisas con las ocurrencias de cada uno y que muchos pensamos que era el último en el que Carlos Villagrán, el popular Quico, hizo su aparición antes de irse para no volver?
A pesar de que lo habitual era realizar las grabaciones dentro del set ambientado para la vecindad, en 1977 se decide que la serie mexicana debía realizarse en otro lugar. El contexto elegido fue un balneario en la costa del Pacífico de México. Era la primera vez que se grabó en exteriores especiales y contó con la totalidad del elenco regular y original de la serie.
¿Por qué Acapulco?
A principios de 1977, el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, compró un bien. Se trataba del lujoso Hotel Acapulco Continental y con el propósito de promocionarlo decide que la producción realice episodios especiales.
Es así como el equipo de producción reservó buena parte del hotel y grabó los episodios, siendo emitida la trilogía en 1977. De ahí el nombre "Vacaciones en Acapulco". Además, se grabó un episodio de El Chapulín Colorado titulado "Un Chapulín en Acapulco", emitido en mayo de 1977.
¿Por qué se cree que es la última aparición de Quico?
A fines del año 1978, el elenco decidió darse un descanso, así que luego del capítulo "Todavía no es hora de clases" se comenzaron a retransmitir episodios de años anteriores, siendo la trilogía de Acapulco parte de estas repeticiones.
Para estas retransmisiones se reeditaron los trabajos realizados, conservando la introducción original, pero cambiando los créditos finales al estilo que se usaba en los episodios del año 1978.
En posteriores repeticiones de la serie El Chavo del 8, se perdió la transmisión original de 1977 y solo quedó la retransmisión de 1978, la cual coincide con el fin de esa temporada y la inicial de 1979.
Por ese motivo, se suele pensar erróneamente que los tres capítulos de "Vacaciones en Acapulco" fueron las últimas escenas grabadas por Carlos Villagrán como Quico en el programa.
El primer capítulo de esta trilogía empieza cuando el Profesor Jirafales va al departamento de Don Ramón para comentarle que le confiscó a la Chilindrina un líquido para limpiar objetos de plata y sospecha que lo robó. Esa desconfianza crece cuando Don Ramón se da cuenta que un billete de 20 pesos desapareció de su escritorio.
Más tarde, la Chilindrina le explica a su padre que en realidad tomó ese dinero para comprar dicho líquido, ya que con la compra de este producto se otorgaba un boleto para una rifa de un viaje todo pagado a un hotel de Acapulco para dos personas. La menor gana la rifa y se va con su padre. Doña Clotilde, por su parte, cuando se da cuenta decide ir junto a su ‘Monchito’ a vacacionar a ese lugar.
Doña Florinda se siente ofendida de que “la chusma” vaya a Acapulco, así que también decide ir junto con su hijo Quico. El Profesor Jirafales, al enterarse de la noticia, retira sus ahorros, y decide darles el alcance.
Al final, la Chilindrina se despide del Chavo, quien se queda solo en la vecindad. A los pocos segundos hace su aparición el Señor Barriga para cobrar la renta, pero luego de enterarse que no hay nadie ya que todos se fueron a Acapulco, también se convence de ir de vacaciones, pero se percata de que alguien no irá a ningún lado.
Al ver con lástima al Chavo y recordando que su hijo Ñoño se fue de campamento, el Señor Barriga le ofrece llevarlo y tras aceptar juntos se van a su hotel favorito de Acapulco, lugar donde todos están hospedados. Al final de la trilogía, el Chavo entona la canción "Buenas noches vecindad" reunidos en torno a una hoguera en la playa.
Con información de "El Comercio"
A pesar de que lo habitual era realizar las grabaciones dentro del set ambientado para la vecindad, en 1977 se decide que la serie mexicana debía realizarse en otro lugar. El contexto elegido fue un balneario en la costa del Pacífico de México. Era la primera vez que se grabó en exteriores especiales y contó con la totalidad del elenco regular y original de la serie.
¿Por qué Acapulco?
A principios de 1977, el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, compró un bien. Se trataba del lujoso Hotel Acapulco Continental y con el propósito de promocionarlo decide que la producción realice episodios especiales.
Es así como el equipo de producción reservó buena parte del hotel y grabó los episodios, siendo emitida la trilogía en 1977. De ahí el nombre "Vacaciones en Acapulco". Además, se grabó un episodio de El Chapulín Colorado titulado "Un Chapulín en Acapulco", emitido en mayo de 1977.
¿Por qué se cree que es la última aparición de Quico?
A fines del año 1978, el elenco decidió darse un descanso, así que luego del capítulo "Todavía no es hora de clases" se comenzaron a retransmitir episodios de años anteriores, siendo la trilogía de Acapulco parte de estas repeticiones.
Para estas retransmisiones se reeditaron los trabajos realizados, conservando la introducción original, pero cambiando los créditos finales al estilo que se usaba en los episodios del año 1978.
En posteriores repeticiones de la serie El Chavo del 8, se perdió la transmisión original de 1977 y solo quedó la retransmisión de 1978, la cual coincide con el fin de esa temporada y la inicial de 1979.
Por ese motivo, se suele pensar erróneamente que los tres capítulos de "Vacaciones en Acapulco" fueron las últimas escenas grabadas por Carlos Villagrán como Quico en el programa.
El primer capítulo de esta trilogía empieza cuando el Profesor Jirafales va al departamento de Don Ramón para comentarle que le confiscó a la Chilindrina un líquido para limpiar objetos de plata y sospecha que lo robó. Esa desconfianza crece cuando Don Ramón se da cuenta que un billete de 20 pesos desapareció de su escritorio.
Más tarde, la Chilindrina le explica a su padre que en realidad tomó ese dinero para comprar dicho líquido, ya que con la compra de este producto se otorgaba un boleto para una rifa de un viaje todo pagado a un hotel de Acapulco para dos personas. La menor gana la rifa y se va con su padre. Doña Clotilde, por su parte, cuando se da cuenta decide ir junto a su ‘Monchito’ a vacacionar a ese lugar.
Doña Florinda se siente ofendida de que “la chusma” vaya a Acapulco, así que también decide ir junto con su hijo Quico. El Profesor Jirafales, al enterarse de la noticia, retira sus ahorros, y decide darles el alcance.
Al final, la Chilindrina se despide del Chavo, quien se queda solo en la vecindad. A los pocos segundos hace su aparición el Señor Barriga para cobrar la renta, pero luego de enterarse que no hay nadie ya que todos se fueron a Acapulco, también se convence de ir de vacaciones, pero se percata de que alguien no irá a ningún lado.
Al ver con lástima al Chavo y recordando que su hijo Ñoño se fue de campamento, el Señor Barriga le ofrece llevarlo y tras aceptar juntos se van a su hotel favorito de Acapulco, lugar donde todos están hospedados. Al final de la trilogía, el Chavo entona la canción "Buenas noches vecindad" reunidos en torno a una hoguera en la playa.
Con información de "El Comercio"
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