El chavismo dio marcha atrás con el autogolpe y rehabilitó el Parlamento
El Poder Judicial renunció a asumir funciones del Legislativo. La oposición no está conforme con la medida, a la que calificó de "circo", y reclama la renuncia del Presidente Nicolás Maduro.
Ante el pedido del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSl Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) eliminó dos sentencias que le quitaban fueros y atribuciones al Parlamento, y que establecían que el propio TSJ asumía las funciones de la Asamblea Nacional. Practicamente, la medida implicaba la disolución del Congreso .
Sin embargo, esta sentencia mantiene la autorización al poder Ejecutivo para la creación de empresas mixtas -es decir, con participación estatal y privada-, sin la necesidad de que lo autorice la asamblea.
La fiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz había advertido que las sentencias del TSJ implicaban una ruptura del orden constitucional, y varios países cuestionaron el paso dado, incluyendo la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general, Luis Almagro, había expresado repudio por las sentencias.
Mientras tanto, en Buenos Aires los cancilleres de los países integrantes del Mercosur para analizar la crítica situación venezolana, que a partir de esta marcha atrás, empieza
a descomprimirse un poco.
El viernes, el Consejo de Defensa de ese país, encabezado por el propio Maduro le había pedido al TSJ que revisara las sentencias con el propósito de mantener la estabilidad institucional. Ni oficialistas ni opositores creen que la decisión del TSJ haya sido autónoma, sino que surgió a partir del profundo vínculo entre el Poder Judicial y el Ejecutivo en Venezuela.
Sin embargo, la oposición desconfía de la súbita "buena voluntad" del presidente venezolano. Es que, pese a que es mejor que el Parlamento funcione a que no funcione, el propio mecanismo de la "marcha atrás"devela la estrecha dependencia entre los poderes, ya que finalmente el TSJ hace lo que Maduro le indica. El presidente de la Asamblea, Julio Borges, calificó el Consejo de Defensa como un "circo" para fingir normalidad en el país y pidió salir a las calles a protestar.
Sin embargo, esta sentencia mantiene la autorización al poder Ejecutivo para la creación de empresas mixtas -es decir, con participación estatal y privada-, sin la necesidad de que lo autorice la asamblea.
La fiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz había advertido que las sentencias del TSJ implicaban una ruptura del orden constitucional, y varios países cuestionaron el paso dado, incluyendo la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general, Luis Almagro, había expresado repudio por las sentencias.
Mientras tanto, en Buenos Aires los cancilleres de los países integrantes del Mercosur para analizar la crítica situación venezolana, que a partir de esta marcha atrás, empieza
a descomprimirse un poco.
El viernes, el Consejo de Defensa de ese país, encabezado por el propio Maduro le había pedido al TSJ que revisara las sentencias con el propósito de mantener la estabilidad institucional. Ni oficialistas ni opositores creen que la decisión del TSJ haya sido autónoma, sino que surgió a partir del profundo vínculo entre el Poder Judicial y el Ejecutivo en Venezuela.
Sin embargo, la oposición desconfía de la súbita "buena voluntad" del presidente venezolano. Es que, pese a que es mejor que el Parlamento funcione a que no funcione, el propio mecanismo de la "marcha atrás"devela la estrecha dependencia entre los poderes, ya que finalmente el TSJ hace lo que Maduro le indica. El presidente de la Asamblea, Julio Borges, calificó el Consejo de Defensa como un "circo" para fingir normalidad en el país y pidió salir a las calles a protestar.
"No la hay. Nicolás Maduro dio un golpe de Estado", dijo en su cuenta deTwitter. "Ahora que el mundo entero nos acompaña los venezolanos debemos salir a las calles a exigir respeto a la Constitución", expresó.