El cementerio de vehículos radiactivos que dejó el accidente nuclear de Chernobyl
Desde autos hasta helicópteros, fueron depositados allí luego del desastre nuclear.
En abril de 1986 se producía el accidente nuclear de Chernobyl, luego de que se desestabilizara el núcleo del reactor de la central Vladimir Ilich Lenin, a 3 kilómetros de la ciudad de Prípiat, en Ucrania, causando el mayor desastre nuclear de la historia.
Una serie de explosiones terminaron expulsando grandes cantidades de material radiactivo a la atmósfera formando una nube tóxica que se propagó por Europa y llegó hasta América del Norte.
Cientos vehículos fueron contaminados y llevados a unos 25 kilómetros de la central nuclear, pero dentro de la zona de exclusión. Ese lugar lleva el nombre de Rassokha, en donde aún hoy algunos permanecen en ese depósito a cielo abierto.
Varios de los vehículos que se amontonaron allí fueron utilizados para combatir los incendios que se produjeron luego de las explosiones y para llevar adelante la evacuación de los miles de habitantes de la zona.
De hecho, hay algunos camiones de bomberos que trabajaron bien cerca de la central nuclear que fueron enterrados en gigantescas fosas por el alto nivel de radiactividad que emanaban sus fierros.
Pero sobre la superficie quedaron autos, camiones, colectivos, maquinaria vial, grúas, tanques, vehículos anfibios y hasta helicópteros. Muchos de ellos fueron saqueados durante años por los habitantes que con el tiempo fueron regresando al lugar. Vendían los motores, los cables y algunas piezas de chatarra a pesar de los niveles de radiactividad.
En la zona quedaron muchos vehículos anfibios blindados después del desastre, ya que fueron utilizados para reconocimiento y patrulla. El blindaje de estos aparatos reducía el nivel de radiación a la que estaban expuestos sus ocupantes.
Es más, algunos de ellas están equipados con radiómetros integrados, utilizados para medir los niveles de radiación de las zonas que patrullaban.
La vegetación y la fauna ha vuelto a Chernobyl. Inclusive son varias las personas que viven allí actualmente. Pero lo que más atrae son turistas: desde 2015 hasta ahora, pasaron de 8 mil a 70 mil visitantes que quieren conocer la zona. Y parte del atractivo es el cementerio de Rassokha.