El calvario que sufrió Romina Balaguer, la joven que filmó a su padre admitiendo que abusaba de ella
La joven que filmó a su padre admitiendo que la violaba cuando era pequeña contó detalles de su tormentosa infancia.
La historia de Romina Balaguer se hizo pública gracias a que ella misma se encargó de enfrentar a su padre, quien la violó por más de 18 años. La mujer logró grabar una confesión donde el hombre admitía la violación desde bebé.
La joven viajó desde España hasta la ciudad de Olavarría, en la provincia de Buenos Aires, para encontrarse con su abusador y hacer pública la dura infancia que tuvo que vivir.
"He llegado el 25 de enero para hacer la denuncia de mi abusador, pederasta, violador, y a mi madre, que era cómplice. Y a mi hermanastro también, que participó, porque también fui abusada por él. Pero no se lo puede imputar porque en ese momento era menor de edad", indicó en diálogo con Hola Chiche (AM 950).
Romina relató cómo fueron esos años en los que tuvo que padecer numerosos abusos, violaciones y torturas.
"Yo tengo recuerdo desde los 2 ó 3 años, porque desde que tenía pañales recibía tocamientos por parte de él, me sacaba de mi cama porque mi madre trabajaba toda la noche. Siempre me mostraba revistas pornográficas o películas pornográficas. Asi seguí por varios años. Abusaba de mí, también carnalmente, con acceso carnal, me violó", narró.
Y prosiguió: "A los siete años empezaron las amenazas de muerte, que iba a a matar a mi madre si yo decía algo, que iba a matar a mi hermano. Mi madre sabía todo. También recibía torturas de los dos, tanto si lloraba o si me meaba en la cama. Siempre me torturaban, me pegaban, me hacían arrodillar en maíz hasta que sangraba, me ahogaban, me pegaban con cables, con mangueras, o me ponían contra una pared por horas".
La víctima contó que a los 20 pudo enfrentarse con su abusador y salir de la casa donde vivió los terroríficos actos.
"A los 20 años me enfrente a él, le dije de todo, le pregunte por qué me hizo eso y sólo agachó la cabeza. Me fui y a partir de allí no lo vi más. Me fui a Buenos Aires, hice mi carrera de visitadora médica y me fui a España. Ahí conocí a quien fuera mi marido. Después me enfermé por el silencio, psicológicamente y físicamente. Tengo insuficiencia cardíaca y otras enfermedades", indicó.
La mujer además señaló los motivos que hicieron que denunciara a su padre luego de varios años.
"Era terminar con mi vida o cerrar ese ciclo, porque ya no podía vivir así. Junté fuerzas para venir aquí y con riesgo de vida me pusieron en el avión. El médico no me autorizó a viajar. Por suerte llegué con vida", sostuvo.
Y concluyó: "Necesitaba sacar esa espina, para cerrar ese ciclo y curarme. Era eso o morirme. Ahora estoy fuerte como una roca, me he sacado mil kilos de encima. Y trabajo en Animate, una organización que trata con otras victimas de abuso que no pueden hablar y hablan conmigo".