El bebé del milagro
Pocas eran las esperanzas de encontrar a alguien con vida entre tanta destrucción, a tres días del tsunami que golpeó a Japón. Sin embargo, en uno de los registros se escuchó el llanto de una niña de 4 meses. La encontraron deshidratada y con hipotermia, pero viva.
Sólo tiene cuatro meses y ya sobrevivió a una de las peores catástrofes que probablemente vivirá a lo largo de su vida. Bajo los escombros y el lodo, un bebé de tan sólo cuatro meses logró sobrevivir tres días hasta que los equipos de rescate le encontraron en el devastado pueblo de Ishinomaki.
Los miembros del Ejército iban casa por casa destruida recuperando los cuerpos de los cientos de hombres y mujeres enterrados bajo el tsunami que se produjo tras el terremoto del viernes.
Pocas eran las esperanzas de encontrar a alguien con vida entre tanta destrucción. Sin embargo, en uno de los registros se escuchó el llanto de una niña y allí estaba, según publica el diario británico 'Daily Mail'.
Deshidratada, con hipotermia, pero viva. La tomaron de los brazos, la envolvieron en una manta y la acunaron. Los soldados no lo podían creer. Era un milagro.
"Su descubrimiento puso una nueva energía en la búsqueda", dijo un funcionario de defensa civil. "Vamos a escuchar, mirar y cavar con mucha más diligencia a partir de ahora".
La niña devolvió la esperanza de encontrar todavía supervivientes de la catástrofe. Como la historia de una anciana que sobrevivió apostada en el asiento del conductor de un coche hasta que unos hombres la vieron desde la ventana de su casa.
Hoy, después de cuatro días del terremoto, los equipos de rescate encontraron a una mujer de 70 años en la prefectura de Iwate.
Los bomberos encontraron a la señora sentada pacientemente en lo que queda del pasillo de su casa destruida, donde, según aseguró, llevaba esperando desde que ocurrió el seísmo. La mujer se encontraba en buen estado de salud, aunque fue hospitalizada por precaución.
O la de Hiromitsu Shinkawa, el hombre que navegó 9 millas hacia el mar encima del tejado de su casa durante tres días hasta que pudo ser rescatado. "Varios helicópteros y barcos pasaron, pero ninguno de ellos me vio. Pensé que iba a ser el último día de mi vida".