El Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos – SAFYB fue la primera asociación profesional que recomendó el uso masivo del barbijo para protegerse al concurrir a supermercados, farmacias, bancos o viajar en transporte público.
Barbijos
El Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos – SAFYB fue la primera asociación profesional que recomendó el uso masivo del barbijo para protegerse al concurrir a supermercados, farmacias, bancos o viajar en transporte público.
Sin embargo, la entidad rechaza el “Uso de Barbijo Casero” por ser inefectivo y un agravio a los más humildes que no podrán protegerse al no acceder a un barbijo bien hecho, seguro y efectivo.
El SAFYB destacó la contradicción de los infectólogos que asesoran al presidente, que pasaron de desaconsejar enérgicamente el uso de barbijo, en el inicio de la pandemia, a recomendar un bricolaje para que la gente se haga su propio barbijo.
“Corte dos rectángulos de tela de algodón de 26 x 16 cm, dos piezas elásticas de 15 cm (gomas, cuerdas, tiras de tela o cintas para el cabello), aguja e hilo, tijeras…, etc.” son las recomendaciones de prestigiosos médicos y la Cartera de Salud.
Las imágenes que vienen de Asia, cuyos estándares decimos seguir, son suficientes para notar que el barbijo obligatorio en esos países, cumple las medidas sanitarias de barrera y filtrado de aire y de gotas de flugge, necesarias para protegerse del virus.
En Argentina existen 30 empresas de tecnología médica que producen barbijos quirúrgicos y 110 más que los importan, todas aprobadas por Anmat. Hoy trabajan las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, abasteciendo al sector público y privado.
Las empresas textiles adelantaron que están produciendo millones de barbijos no quirúrgicos, con telas protectoras, para abastecer la demanda.
Es decir que hay suficientes barbijos quirúrgicos, para el personal de salud, y no reglamentarios para el resto de la población.
El Estado debería proveer de barbijos auténticos a los más humildes, que no pueden adquirirlos, y no dejarlos a la suerte de que puedan protegerse en forma casera. También hay que combatir el abuso de los precios, para que nadie pueda sacar provecho.
Aclaramos que los bioquímicos y farmacéuticos no producimos ni vendemos barbijos. Tampoco fijamos su precio, solo conocemos sus especificaciones técnicas y las características que deben tener para proteger, por eso dirigimos los laboratorios, no somos los dueños.
Los infectólogos se equivocaron, tanto al minimizar la importancia del barbijo como al recomendar trapos inefectivos que darán una falsa sensación de seguridad a la gente.
Tal vez llegó la hora de que el presidente convoque a bioquímicos y farmacéuticos que sabemos sobre los necesarios testeos y análisis para detectar a los enfermos a tiempo, que conocemos respecto de la protección con barbijos, alcohol y guantes, y hemos estudiado la efectividad del Paracetamol, la Cloroquina, la Ivermectina y otros medicamentos para tratar la infección.
Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos – SAFYB
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