El asesino "super dotado" que perdió por "pollerudo"
Fue a una cita como taxi boy, mató y escapó del país. Pero volvió por una novia que estaba embarazada y terminó preso.
En el ambiente de los taxi boys, lo apodaban "el brazuca". Todos lo recordaban por sus memorables faenas sexuales a cambio de unos pesos. Todos los clientes lo pedían por "ser un súper dotado".
Él, a sabiendas de ser la figurita difícil, se hacía desear y ponía condiciones. Por ejemplo, de noche, no quería juntarse. Por ejemplo, para contactarse con sus clientes, mandaba un texto, con el mensaje "hola estoy".En ese país, en la zona del Callao, hizo desastres que le valieron su aparición mediática como "reo buscado".
Celoso porque una novia lo había dejado, la fue a buscar. La atacó a puñaladas. También hirió a la ex suegra, y también al ex cuñado, para luego escapar.
Pero su sentimentalismo pudo más. En Hurlingham, tenía otra novia, como si fuera poco, embarazada.
La policía tenía "tomado" el teléfono de esa mujer. Conrado no aguantó, y la llamó. Ahí pudieron "tomar" el teléfono que usaba el brazuca.
Entonces empezó un operativo de ingeniería de la policia para atraparlo. Cuando supieron que el sospechoso estaba en Agentina, varios policías lo empezaron a buscar en las páginas del mundo taxi boy, y lo ubicaron.
"El súper dotado necesitaba plata y volvió de gira". Entonces, varios policías simularon ser clientes interesados. Es más acordaron una cita en Esperanto, el boliche de Palermo, pero a último momento, el criminal se bajó del encuentro.
Finalmente, y desesperado por hacer plata, André Conrado Espinoza, mandó mensajes de texto a sus antiguos clientes. Les escribió a los que se desvivían por él y pactó una cita con uno de ellos, en Pueyrredón y Mitre. Ahí fue "el brazuca", ahí "fue la policía" y ahí "fue el cliente". El brasileño terminó preso. Ahora buscan a otro taxi boy que pudo haberlo ayudado a matar, y a escapar. Una historia de espanto puro.