El arte más efímero, frágil y exquisito del mundo
En Argentina, se conserva la tradición de regalar huevos de Pascua decorados artesanalmente con glasé multicolor o bien en chocolate. Repasamos la historia de esta costumbre, quiénes fueron los principales promotores desde la mitad del siglo XX hasta nuestros días y las tendencias en arte efímero de chocolate.
La tradición de los huevos ornamentados es milenaria. En 1875, la firma inglesa Cadbury, proveedora oficial del Palacio de Buckinham, lanzó los primeros huevos de Pascua de chocolate.
Hasta el año 1879, el chocolate era duro, amargo y difícil de comer. Pero el chocolatero e inventor suizo Rudolph Lindt logró mejorar la calidad de fundido mediante el desarrollo de la máquina de conchado, un dispositivo de agitación longitudinal que le da una textura aterciopelada y una consistencia extrafina y cremosa.
Fue, además, uno de los pioneros en agregar manteca de cacao a la masa de chocolate. Estas revolucionarias innovaciones fueron un antes y un después para los reconocidos estándares de calidad del chocolate suizo.
A medida que las técnicas de moldeado de la pasta de cacao se fueron perfeccionando, las vidrieras europeas empezaron a poblarse de esas delicias mucho mas dulces y amables en boca.
Pero en nuestro país, la tradición se hizo esperar un poco más. Sólo quienes pasaban largas estadías en el Viejo Continente fueron incorporando los huevos de Pascuas a sus celebraciones.
En los dorados años veinte, sí ya era común ver en las vidrieras de la famosa tienda Harrod’s de calle Florida enormes figuras de chocolate con forma de huevos y de gallinas. Y en la década de 1940, de la mano de Felfort, los argentinos comenzaron a disfrutar los huevos de chocolate con sorpresas en su interior.
En el recordado ciclo televisivo “Buenas tardes, mucho gusto”, Doña Petrona enseñó en los años sesenta a las amas de casa argentinas a fabricarlos con sus propias manos y en esa misma década ya se podían ver verdaderos artistas pintando fabulosos paisajes sobre estos tradicionales dulces.
Recientemente, TikTok nos mostró a una joven pastelera que creó un huevo de Pascuas salado que se viralizó por su originalidad.
Pero no es el único caso; las redes son un verdadero bazar de arte contemporáneo: hay huevos gigantes, rellenos, para celíacos, calados, con pigmentos importados, “alfahuevos” y hasta pintados con una símil pátina de cerámica esmaltada.
Acá va un resumen de lo más selecto que hallamos. Pasen, pero no rompan… (por lo menos hasta el domingo)
Arte en chocolate belga
En Schokoland, encontramos huevos del más fino chocolate belga que elabora el chocolatier Ricardo Bordenave junto a su esposa y coequiper Maddy. “El proyecto inicial fue impresión 3D en el mejor chocolate disponible en el mercado, pero al desayunarnos de que no era tan fácil como soplar y hacer botellas, decidimos sentarnos a estudiar”, cuenta Ricardo y agrega: “cursos y libros de origen europeo nos abrieron la caja de pandora; un mundo se nos presentó”. El fruto de todo ese bagaje, más la veta artística de Maddy y la técnica de Ricardo dieron como fruto un producto sofisticado tanto en sabor como en presentación. La edición de Pascuas es súper completa. Hay huevos en chocolate blanco, blend (leche intenso), semiamargo, amargo de 70%, sin azúcar y vegano. El local está en Olivos pero en un click se puede tener una aproximación de todas las exquisiteces elaboradas con materia prima belga. Trufas, arte en chocolate, bombonería fina europea y huevos de Pascuas con rúbrica de autor; todo eso y mucho más en la cuenta de Instagram @schokolandbuenosaires
Alfahuevos
Cuando creíamos que todo había sido inventado, Sugar Kingdom nos deja con la boca abierta con su “Alfahuevo”. Le dieron una vuelta de tuerca a la tradición de regalar y compartir figuras de chocolate con esta novedosa edición que tiene una lujosa presentación compuesta por cinco alfajores con forma huevo y un conejo. La obra de arte, en este caso, está en el interior: una masa super suave, mucho relleno y un exquisito baño de chocolate. Se puede elegir entre varios sabores pues este team es especialista en “maridajes” exóticos como frambuesa y pistachos; toffee, café y naranjas; o avellanas y damascos. Más info en la cuenta de Instagram @sugarkingdom.ar
Huevo relleno, para juntarse y compartir
Fika es un emprendimiento gastronómico nacido en pandemia. Su nombre proviene de una voz de origen sueco que significa algo así como “tomarse una pausa”, un ritual que, en los tiempos que corren (y cómo corren), se hace difícil consumar. Con ese mismo espíritu de reunión y distensión, Candela Vázquez Carrioli le dio rienda suelta a su proyecto y puso manos a la obra en su cocina de Belgrano, el lugar donde siente que puede expresarse mejor. “Reúno gente usando como excusa lo que yo cociné”, cuenta. Para estas Pascuas, propone cuatro variedades de huevos rellenos: Patagónico, Chocotorta, Oreo y Brownie. El Patagónico es el que mejor define la esencia de la marca. Está hecho en chocolate blanco relleno con crema Bariloche, ganache de chocolate blanco y frutos rojos. La decoración está hecha con Oreos bañadas con chocolates que hacen juego con la carcasa del huevo y merenguitos en tono rosado. Ah, la presentación es impecable y trae de regalo una cuchara de bamboo. Mas info en el Instagram @fikabycvc
Huevos jurásicos salidos del atelier
El chocolatier y fundador de PUROCACAO, Rodrigo Bauni, sorprende con una colección de huevos de Pascuas elaborados con una exclusiva selección de cacaos orgánicos o agroecológicos de origen 100% americano como Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia y Brasil. Este año, creó una edición limitada de huevos de Pascuas pintados 100% a mano ideal para los mas chicos: Son los Purosaurios. “Cada pieza fue pintada a mano con diversas técnicas, procesos y materiales para lograr acabados que deslumbren y sean una experiencia sensorial”, cuenta Rodrigo. Por otro lado, creó junto a su equipo dos esculturas que recrean al Tiranosaurio Rex y el Triceratops cuyo proceso de producción en el Atelier llevó más de 45 horas de trabajo. Mas info en @purocacao
Tradicional y Notable
Entrar a Las Violetas es una explosión de color y de magia. Habitués y turistas forman fila en la calle para probar las delicias de la tradicional confitería de Almagro. Por estos días, canastas repletas de huevos de Pascuas colman las vitrinas y los mostradores. Este año, sumaron una línea propia de huevos de chocolate que lleva el nombre de este bar notable que en 1998 fue declarado “lugar histórico de la Ciudad” por la Legislatura porteña. Tradición y calidad es el sello distintivo de este lugar icónico de Rivadavia y Medrano. Mas info en el Instagram @lasvioletasconfiteriaok
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