El argentino que cofundó la empresa del submarino del Titanic había advertido por “implosión instantánea”
El empresario emigró a los Estados Unidos con tan solo seis años y en 2009 fue parte de OceanGate, la compañía que está en el ojo de la tormenta por la muerte de cinco personas en el Atlántico.
El argentino Guillermo Söhnlein tenía un socio y amigo a bordo del Titan, el submarino que implosionó en el Atlántico cuando bajaba rumbo al Titanic. El hombre fue uno de los cofundadores de la empresa OceanGate junto a Stockton Rush, el piloto que murió junto a cuatro pasajeros.
En un posteo en Facebook publicado horas antes de la dolorosa confirmación de la muerte de los tripulantes, Söhnlein llamaba a mantener la esperanza. También contaba que en 2009 fundó la compañía junto a Rush “con la misión de ‘abrir los océanos’ a toda la humanidad utilizando sumergibles tripulados”.
“Tras desempeñar las funciones de consejero delegado, jefe de expedición y piloto de submarinos en las primeras etapas de la empresa, en enero de 2013 traspasé la compañía a Stockton, que ha liderado su éxito durante la última década”, explicó. Desde entonces, quedó como accionista minoritario y ahora está radicado en Barcelona, España.
De su amigo dijo que desde entonces fue el presidente de la compañía y “el principal diseñador de nuestros submarinos Cyclops y Titan y de nuestros innovadores sistemas de lanzamiento/recuperación/transporte (LRT), y ha sido nuestro principal piloto de pruebas”.
“Nuestras expediciones científicas anuales al Titanic son obra suya, y le apasiona ayudar a los científicos a recopilar datos sobre el naufragio y preservar su memoria”, agregó.
En su perfil de Linkedin, el empresario argentino se describe como “consultor independiente y emprendedor social, centrado en la innovación tecnológica, los negocios internacionales y la exploración y asentamiento sostenible de entornos extremos en tierra, mar y espacio”.
Söhnlein nació en Buenos Aires el 18 de mayo de 1966 y emigró a los seis años a Estados Unidos con su familia, que se instaló en San José, California. Se naturalizó como ciudadano de Estados Unidos en 1986, y en diciembre de 1989 se graduó como economista en la Universidad de California en Berkeley.
En 1995 logró un doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California, San Francisco, donde -además- fue editor en jefe del West-Northwest Journal of Environmental Law and Policy.
Entre 1995 y 1999 sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, donde alcanzó el grado de capitán.
Söhnlein anticipó la posibilidad de que hubiera una implosión
Luego de difundirse la noticia del hallazgo del Titán, Söhnlein afirmó a la BBC que el protocolo de la empresa “es que el piloto saque el submarino a la superficie. Siempre he pensado que eso es lo que Stockton habría hecho”.
También advirtió sobre su temor de que “cuando se opera a gran profundidad, la presión es tan grande que si hubiera una falla se produciría una implosión instantánea. Si eso es lo que ocurrió, habría ocurrido hace cuatro días”.
“Hoy es un día crítico para el rescate y los suministros vitales del submarino, que han comenzado a agotarse”, agregó a través de su carta difundida esta mañana por Facebook y LinkedIn.
La empresa OceanGate Expedition confirmó en un comunicado que los cinco pasajeros del sumergible turístico murieron.”Los restos son consistentes con una catastrófica pérdida de la presión de la cámara” del Titan, dijo en tanto, esta tarde, el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, durante una rueda de prensa en la que informó que los restos encontrados muestran una “implosión” de la nave.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el millonario paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush.
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