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El año negro de Aptra

A pocos días de la entrega de los Martín Fierro todo es polémica alrededor de esta institución. Todo mal parido: fecha, entrega, lugar, premios, ternas y encima Cacho Rubio.

Por Rodrigo Lussich
@rodrigo lussich

Por Adrián Pallares
@adrianpalla

Año negro si los hay es éste para Aptra
, a pocos días de la entrega de los tradicionales Martín Fierro, los premios de la televisión. Van a entregarse estos premios a la programación del año pasado, un poco tarde. Apenas pasen unos días, la CAPIT entregará los Tato a la tele de este año, lo que es bastante más lógico.

Para hacerse los buenos, los miembros de la asociación decidieron darle a Telefe la transmisión de la entrega, y así mostrarse ecuánimes luego de años de televisación de El Trece. Nunca imaginaron que el canal les sacaría la cena en un gran salón para pasear, tomar buen champagne y comer delicias, saludar famosos y toda ese folclore que tanto les gusta.

Pero la cosa será en el Colón. Y como frutilla del postre, cometieron la torpreza de suspender preventivamente a uno de sus miembros, asustados por una denuncia en su contra que podía instalarles un piquete en plena alfombra roja. Pero en vez de llamar o notificar a Cacho Rubio, hicieron que se entere por un operador de la comisión directiva que lo publicó. Peor imposible. Ahora el hombre de la chalina quiere hacer una contra demanda y exige que le levanten la suspensión e ir a la entrega.

La posdata la agrega un insólito hecho: entregarle un Martín Fierro al Papa Francisco, por un programa en el que participó -en el canal del Episcopado, por cable-, reconocimiento que ya llegó a manos de Su Santidad quien grabó un saludo para los presentes.

A ésto se le suma la posible ausencia de figuras de renombre o actores que no vayan, aunque es incierto. Una ceremonia que saldrá mitad grabada, mitad en vivo, lo que ofenderá a los que queden afuera de la transmisión central.

En fin... Todo olvidable; todo poco feliz; internas que salen a la luz, un manejo arcaico de una institución que hace mucho huele mal.