El análisis de Jorge Asís de las PASO: Tres centristas felices
Daniel, Mauricio y Sergio (Instancia PASO): Llega la hora de hacer política en el bipartidismo fragmentado.
Redactor Estrella, especial para JorgeAsísDigital
Conmueven. Los tres quedan conformes, contentos, felices. Eufóricos se abrazan, se besan, impera la auto-justificación entre los cánticos. En Costa Salguero, en el Luna Park, o en el Tigre.
En efecto, la pedantería electoral de las PASO transcurre, para la persistente miniserie, sin novedades significativas.
Primero Daniel, Líder de la Línea Aire y Sol, que no llega al 40. Araña los 38. Segundo Mauricio, El Ángel Exterminador, que pasa los 30 y se acerca al objetivo del ballotage. Tercero Sergio, El Renovador de la Permanencia, que supera los 20, y emerge, en la distancia, como la fuerza sustancial.
La potencialidad de Sergio puede inclinar la balanza a favor o en contra de Daniel o Mauricio. Los polarizadores -Daniel y Mauricio- dependen, en cierto modo, del polarizado. De los sufragios que deben pescar en el muelle de Sergio. Es el polarizado que más resistió la compulsiva polarización.
Absorciones y abducciones
Al costado del camino queda Ernesto Sanz, Eterna Esperanza Blanca, el radical absorbido. Y la coalicionista absorbida, la señora Elisa Carrió. La Demoledora.
Tres centristas felices. Ambos -Ernesto y Elisa- para constar en actas le plantaron inútil competencia a Mauricio. Es quien los absorbe.
Aunque en realidad, con suerte relativa, ambos confrontaban con la señora Margarita Stolbizer, La Vecina Amable, la única que resistió la abducción.
"Para las PASO votamos a Sanz", confiesa el militante de la Franja Morada, expresión universitaria del radicalismo. "Pero para las presidenciales vamos todos con Margarita", agrega. Por Stolbizer. Como si hubiera prendido la fórmula Lousteau, El Personaje de Wilde.
Para Mauricio resulta fundamental contener, en adelante, esos 4 o 5 puntos esquivos de los radicales que les duele, y no terminan de dejarse absorber.
Para consolidarse en su función de árbitro, Sergio debe enfrentar una problemática similar. Le ganó la elección de potrero a José Manuel De la Sota, El Cuarto Hombre, que sorprende al mantener sus 8 puntos y consolidar su vigencia en Córdoba. Sin embargo le queda ahora a Sergio el desafío de retener los votos de De la Sota. Para que Daniel no se los absorba.
Conste que son sufragios de los peronistas críticos del kirchnerismo, que perfectamente pueden desembocar en Scioli. Ya que el kirchnerismo, en adelante, es un complemento que no controla siquiera Santa Cruz.
Bipartidismo fragmentado
En la Argentina, en el fondo, aun existe el bipartidismo, aunque fragmentado. Como si se votara peronista o radical.
Tres centristas felices. Aunque el radicalismo institucional haya sido abducido por el ascendente partido vecinal PRO. Para conformar, con concesiva diplomacia, el colectivo Cambiemos.
Otra propuesta que se suma a los frondosos escenarios de centro. Ya que resiste una izquierda esclarecida y minoritaria, pero aquí, en la práctica, no existe la derecha. Es un territorio libre de derecha. Nadie habla de la antigualla de la economía abierta, de las fenecidas privatizaciones, o de la ficción del libre mercado. Temas efectivamente maldecidos que se unifican con el concepto más nocivo, el neo-liberalismo. Pese a los fracasados intentos de La Doctora por transformarlo, a Mauricio, en el representante de la derecha que tanto necesita. Para fundamentar que ella está situada a la izquierda de algo, vaya a saberse de qué.
En este bipartidismo fragmentado Mauricio produjo un cambio inadvertido pero astuto. Abandonó la ilusión de ser el candidato cautivador de los peronistas, para inclinarse por las bondades del bando radical. Donde, por la suma de desertificaciones, es mucho más útil. Acertó.
Mauricio les sacó los votantes que los radicales creían mantener conservados en la heladera. Entonces, para acercarse al tradicional electorado perdido, para reconquistarlo, los dirigentes radicales no tuvieron otra alternativa que rendirse. Y proseguir la conducción estratégica de la señora Carrió. Al demoler el colectivo de Los 5 Latinos de UNEN (cliquear), con los mormones del socialismo incluidos, para construir el Colectivo Cambiemos. Es decir, abandonar el progresismo presentable de centro izquierda, para instalarse, con comodidad, en el centro, así los radicales en Cambiemos sean complementarios.
El bipartidismo fragmentado se pone también interesante para la persistencia cultural del peronismo.
Junto a una conjunción de sellos buscapinas, el PJ Vegetal es la fuerza principal del Frente para la Victoria, que hoy roza los 38 puntos.
Tres centristas felicesPero los fragmentos peronistas se encuentran diseminados entre los 20 puntos de la improvisación UNA. Es la estructura artificial de Sergio y De la Sota.
Pero también se encuentra en el alucinante partidito de Adolfo Rodríguez Saa, El Alma de la Puntanidad.
Son los peronistas críticos distanciados del kirchnerismo. En aquel tramo donde se podía ser, a la vez, peronista y -en simultáneo- antikirchnerista.
Complejidad que cuesta explicar, en el país donde el que explica pierde. Pero que conserva los 22 o 24 puntos que Daniel, si no quiere arriesgarse a sucumbir en el ballotage, debe esforzarse en recuperar.
Aquí debe resaltarse que el antikirchnerismo salvaje se transformó, en su tontería, directamente en antiperonismo. Carece de sutilezas. Y en apariencia los pone, a los peronistas críticos del kirchnerismo, en una situación incómoda. Porque distan de coincidir con el antiperonismo más ciego de quienes los identifican, sin miramientos, con los kirchneristas. Sin matices diferenciadores. Porque, lo que agota, es el peronismo (leer Fernando Iglesias o Silvia Mercado).
Tres centristas felices. El fenómeno no deja de ser curioso. Ni llamativo. Es el creciente antiperonismo de los radicalizados lo que más puede acercar, a Daniel, a los peronistas críticos del kirchnerismo.
Efecto Aníbal
Al cierre del despacho aún no se conocen resultados definitivos en La Provincia Inviable. Buenos Aires. Los números disponibles permiten registrar una formidable elección de la señora María Eugenia Vidal, La Chica del Flores de Girondo. Baluarte oxigenante de Cambiemos. Y muestra también la recuperación de Sergio, a través de Felipe Solá, La Cigarra.
Pero marcan también una ajustada victoria de Aníbal, El Neo Corach, sobre Domínguez, El Lindo Julián. La circunstancia, de confirmarse, incentiva el debate sobre la influencia excesiva que se le atribuye a los medios de comunicación.
La violenta denuncia contra Aníbal sirvió para consolidar, en definitiva, el voto más duro a su favor. Y para cumplir con la voluntad explícita de Cambiemos. Indica que lo prefieren de adversario a Aníbal, y no a Julián.
Tres centristas felices. Pero Aníbal, hasta aquí, se impone no sólo sobre Julián. En especial se impone sobre el periodismo que lo demonizó, hasta convertirlo en otro "cajón de Herminio". Incluido el Portal, que le recomendó dar un paso al costado.
Aníbal es en adelante un problema, tal vez el mayor, para Daniel. Ya que el "Anibalicidio" (cliquear) es el tema vigente, el más explotable, hasta el 25 de octubre.
Oberdán Rocamora