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Eddie Fitte: "Soy un militante de 'la grieta'"

"Donald Trump es el presidente que se merecen los norteamericanos" dispara y asegura que "la gente lo decepciona".

Es periodista de El Trece, lo han definido como "el chico malo del noticiero" por su apariencia de rockero. A punto de cumplir 30 años, ya tiene tres libros: "Un c*lo en mi ventana (cuentos para incultos)" fue publicado en 2015, "Pungueate este libro (cuentos psiquiátricos)" verá la luz en octubre y el tercero lo hará en 2018, pero dice que "así y todo, no me considero escritor. Tengo el ejercicio psicológico de escribir y me pasa mucho eso."

Eddie Fitte es calmo y enérgico, se lo nota con una fuerte personalidad pero a la vez con sensibilidad perceptible, esa que tienen los escritores por muy rudos que parezcan. ¿Bipolar? No. Multifacético.

El tono de su voz despierta simpatía y eso que se ve a través de la pantalla, se confirma en la charla relajada que tuvo con DiarioVeloz en la que no esquiva ninguna pregunta y se hace cargo de todo.

A la hora de escribir ¿qué te inspira?

"Y... Yo me siento a escribir por lo general cuando siento frustración, rencor, enojo, indignación, tristeza, tienden a ser más los sentimientos negativos que los positivos. Es raro porque esta mas relacionado por lo general a la inspiración con lo bello, pero a mí me inspira el sentirme mal. Yo si me siento mal o me quede caliente por algo con alguno de estos sentimientos que te decía, ahí me siento a escribir. Y esta bueno porque en definitiva transformas un sentimiento malo, en algo lindo. La literatura es un arte, no te digo que yo sea un artista, pero es sano poder transformar algo negativo en algo artístico".

¿Qué cosas te sorprenden?

"La otredad. La gente me sorprende. Me considero muy sociable, pero a la vez tengo una tendencia muy fuerte para el aislamiento, como un mecanismo de autodefensa me parece. Y me vivo decepcionando, porque la decepción es una forma de sorpresa. Me hago ideas todo el tiempo de personas que no suelen ser así, me creo falsas imágenes de personas que creo que conozco y me vivo decepcionando constantemente. Esa creo que también es una de las cuestiones que me lleva a escribir bastante. Me imagino que alguien se va a comportar de determinada manera y se comporta diametralmente de forma opuesta y eso me sorprende mucho."

Alguna vez dijiste que tu apariencia de "chico malo" era sólo eso: apariencia, ¿cómo te definís?

"¡Sí! Muchas veces veo que me definen como 'el chico malo de las noticias' y sé que tengo un look poco ortodoxo y una manera de hablar bastante distinta a la de algunos colegas, y digo 'algunos' porque también hay una gran cantidad de periodistas que hablan, se visten y se comportan como yo. Pero creo que soy una persona con buenas intenciones que no quiere decir necesariamente 'una buena persona', porque a veces uno tiene buenas intenciones que no son iguales para el otro. No juego con mala leche, soy una persona transparente, incluso para hacer el mal y eso me convierte en una persona muy boba a la hora de hacer el mal" cuenta entre risas y continúa: "Se me nota todo. Las personas que me conocen saben cuándo estoy enojado, y aunque me conozcas muy poco, se nota muchísimo cuando yo no estoy siendo yo."

Viajás mucho, ¿qué pensás de la realidad argentina?

"Por suerte he recorrido absolutamente todo el país, varias veces, menos Islas Malvinas y he estado en los cinco continentes por trabajo. Analizar a este país y a esta región siempre es una tarea extremadamente compleja.

Argentina me parece un país inmensamente rico con una riqueza mal administrada durante muchos años. Hemos tenido una democracia que se ha interrumpido infinidad de veces y que desde su retorno aún no ha encontrado un proceso democrático duradero, una forma de gobierno que no destruya lo que vino antes, sea del partido que fuera, y toda esa complejidad de la región concentrada acá en el país, que es tan extenso, que tiene los cuatro climas, Los Andes, la selva misionera, la estepa patagónica, la puna jujeña, que es tan diverso a veces se complica hablar de 'la realidad argentina' porque uno analiza desde Buenos Aires, desde la Capital y los tres cordones del conurbano, y eso es injusto porque el país representa muchas realidades y todas son muy distintas."

Agrega: "Soy un optimista y estoy convencido que es el mejor país del mundo y sé que va a cambiar. La idiosincrasia del argentino es maravillosa y me parece de los pueblos más creativos y fascinante de todos. Tenemos gente que ha salido de este país que es maravillosa de Fangio a Borges y Buenos Aires es mi ciudad favorita del mundo."

¿Qué opinas de la famosa "grieta"? ¿Creés que se va a ver reflejada en las próximas elecciones esa situación?

"Se podría decir que soy militante de la grieta en el sentido de que aunque la frase diga que ningún extremo es bueno y esté trillada, los extremos son muy difíciles de evitar. A mí no me molesta haberme dejado de hablar con determinadas personas. Creo que la discusión en los asados sobre política es sumamente enriquecedora, me pone muy contento que la política haya desplazado al futbol como principal tema en las mesas aunque es un problema que la gente esté dividida.

Pero si uno deja de hablarse con alguien no es solamente por política, algo de fondo habrá. Detrás de las ideologías políticas de las personas esta la esencia de cada uno. Y quizás a través de las ideologías, esas esencias se notan y cuando uno ve que eso no le gusta, uno se aleja. Yo no se lo atribuiría a lo 'K' o a lo 'Pro' me parece que esto pasa en cada país y en cada ciudad, están divididas de manera bipolar. He visitado España y allá está el PP o el PSOE, o en Estados Unidos entre demócratas y republicanos. Me parece que tienden a dividirse así las sociedades y que en Argentina se viva la política con la misma pasión con la que se vive el automovilismo o el fútbol, me parece que es un ejerció democrático súper saludable. Siempre y cuando no conduzca a la violencia que por ahora no ha sucedido, salvo en ocasiones muy contadas y que todos nos unimos para repudiarlas después no ha generado violencia, entonces, mientras genere debate y ese debate sea enriquecedor, bienvenida sea 'la grieta'."

¿Cuáles son tus próximos proyectos laborales?

"Hay una temática que me fascina de la actualidad y tengo dos sueños: poder hacer una nota sobre la situación en Siria antes de que el conflicto se agrave aún más y visitar Pyongyang en Corea del Norte, esos son mis objetivos de vida pero también objetivos laborales.

En el canal estoy muy bien, ya van a hacer ocho años que llevo ahí. Las cosas han ido creciendo lento, pero bien. Estoy contento con el perfil que he formado a lo largo de estos años y con la relación que supe construir con los colegas de mi canal tanto como con los de otro. Estoy feliz con lo que terminé logrando. Es un trabajo que esperé tanto y es el de mis sueños, entonces me concentro en cómo hago que dure más."

Sos crítico de la política de Donald Trump, ¿qué pensaste cuando fue electo y qué pensás ahora?

"Soy crítico tanto de él como de (Barack) Obama y no me sorprende para nada que Trump sea presidente de los Estados Unidos. Es el americano promedio. Cuando uno se aleja de las grandes ciudades y se adentra en los pueblos estadounidenses, se encuentra con que el americano blanco de clase media es como él y no lo digo de manera insultante. Piensan, hablan y dicen las mismas cosas que Trump y en el mismo tono. Entonces no me sorprendió ni me agarre de los pelos diciendo "¿Cómo es posible que tremenda ridiculez haya pasado?". No me parece insólito. Me parece que es el presidente más yanqui de todos los presidentes que ha tenido Estados Unidos. Es como (Ronald) Reagan. Me da la sensación de que se está repitiendo la historia de él y es el presidente que se merecen los norteamericanos para bien y para mal."

Volviendo a los viajes, ¿fuiste a algún lugar con algún tipo de prejuicio o de idealización y te sorprendiste gratamente o no?

"Me ha pasado con las visitas a distintas ciudades del oriente: Seúl, Beijing o Tokio siempre sentí que el choque cultural con sociedades tan alejadas me iba a resultar súper complejo porque soy muy cómodo en el sentido viajero, porque no me gusta enfrentarse a cambios de costumbres muy radicales

Pero visitar países como Japón me resultó profundamente conmovedor en todos los sentidos, me enamore de la literatura japonesa, de la idiosincrasia japonesa que yo siempre sentí que era como muy bizarra o aburrida, y cuando fui, creo que terminé entendiendo cómo funciona la cabeza japonesa y me quedé totalmente fascinado al revés de lo que yo pensaba que iba a pasar."

Eddie dice que en los años que lleva trabajando como periodista una de las experiencias que más lo impactó fue la que vivió en Mexico, dos días antes de la asunción de Donald Trump en Estados Unidos: "'Expreso al sueño americano: el éxodo antes del muro', me resultó conmovedor ver las cosas que está dispuesta a hacer la gente para salvar a su familia. Hablar con inmigrantes de Guatemala, de Honduras, de El Salvador, migrantes internos en México. Que es gente que se está yendo para salvar a su familia, que se van solos o con la mujer y que los primeros dos, tres o cinco envían el dinero que ganan para sus familias. Me dejó pensando y sigo volviendo a ver y me siguen sorprendiendo las cosas que pasaron ahí", reconoce reflexivo.

¿Cómo te ves de acá a diez años?

"No sé si trabajando en la televisión siento que es un medio donde reina la adrenalina que es extremadamente desgastante y es por mementos medio salvaje. Ojala que sí, que me dé el cuero y no me eche para atrás. Llevo muchos años laburando en la tele y me encanta escribir, ojala pueda vivir de eso porque es mi verdadero sueño, por lo que empecé a meterme en el mundo del periodismo", asegura Eddie.

"Espero que dentro de diez años, esté tranquilo. Que es como a mí me gusta estar: tranquilo", cierra con calma, por supuesto.