¡Durísimo! La frase de Julio Grondona a su hijo: "Te la tenés que comer doblada"
El titular de la AFA fue muy severo con su hijo luego de que éste le reclamara intervención ante la Conmebol por los incidentes de Arsenal en Brasil.
Julio Grondona (hijo), presidente de Arsenal, confesó hoy que su padre, Julio Humberto, titular de la AFA, le comentó "te la tenés que comer", en relación a las agresiones que sufrieron los jugadores y cuerpo técnico de la entidad de Sarandí en Brasil, tras el partido de Copa Libertadores con Atlético Mineiro (2-5).
El dirigente de la institución del sur bonaerense relató que su padre le dijo: "No te hagas el gil y ahora te la tenés que comer doblada. Si no pagábamos la fianza íbamos a estar detenidos y cada vez iba a ser peor", expresó Grondona (h).
Una vez concluído el partido en Belo Horizonte y luego de consumada la derrota, los jugadores intentaron reclamarle al árbitro paraguayo Eduardo Cáceres, de discreta tarea al cabo de los 90 minutos disputados en el estadio Sampaio.
La Policía brasileña buscó proteger a la terna arbitral y, como consecuencia de ello, emprendió una violenta represión hacia los futbolistas, apuntándole inclusive con sus Itakas.
"Hacía mucho que no se cobraba como ayer. No nos quieren a nosotros. El Mundial va a ser bravo", comentó Grondona (h), en referencia a lo que puede ocurrir el año entrante en la Copa del Mundo.
El directivo argentino responsabilizó de las agresiones sufridas a las fuerzas del orden y "salvaguardó" a las autoridades de la entidad "mineira".
"Tengo que agradecer al presidente y a la gente de Mineiro que se comportaron muy bien. Allá tuvimos que pagar para poder salir, si no quedábamos todos detenidos. Fueron 20 mil dólares de multa que nos prestó el presidente del Mineiro", aseguró Grondona (h), en diálogo con Radio 9.
"Para salir de Brasil tuve que pedirle perdón en nombre de Arsenal al hombre que me apuntó. Le tuve que pedir disculpas al que me puso el arma en la nuca", sostuvo el titular de la institución de Sarandí.
"Hubo problemas con la Policía militar. Una vez que pasó lo del campo de juego, que empezaban a sacar armas, en el vestuario nos hicieron un embudo. Y en ese embudo el último soy yo y venían 50 militares sacando revólveres e Itakas", destacó.
Luego "empiezan a decirles a los jugadores que se tiraran al piso, cuerpo a tierra. Los muchachos se iban tirando, y veo cómo le ponen el arma en el pecho a (Gustavo) Alfaro", relató Grondona hijo.
El dirigente de la institución del sur bonaerense relató que su padre le dijo: "No te hagas el gil y ahora te la tenés que comer doblada. Si no pagábamos la fianza íbamos a estar detenidos y cada vez iba a ser peor", expresó Grondona (h).
Una vez concluído el partido en Belo Horizonte y luego de consumada la derrota, los jugadores intentaron reclamarle al árbitro paraguayo Eduardo Cáceres, de discreta tarea al cabo de los 90 minutos disputados en el estadio Sampaio.
La Policía brasileña buscó proteger a la terna arbitral y, como consecuencia de ello, emprendió una violenta represión hacia los futbolistas, apuntándole inclusive con sus Itakas.
"Hacía mucho que no se cobraba como ayer. No nos quieren a nosotros. El Mundial va a ser bravo", comentó Grondona (h), en referencia a lo que puede ocurrir el año entrante en la Copa del Mundo.
El directivo argentino responsabilizó de las agresiones sufridas a las fuerzas del orden y "salvaguardó" a las autoridades de la entidad "mineira".
"Tengo que agradecer al presidente y a la gente de Mineiro que se comportaron muy bien. Allá tuvimos que pagar para poder salir, si no quedábamos todos detenidos. Fueron 20 mil dólares de multa que nos prestó el presidente del Mineiro", aseguró Grondona (h), en diálogo con Radio 9.
"Para salir de Brasil tuve que pedirle perdón en nombre de Arsenal al hombre que me apuntó. Le tuve que pedir disculpas al que me puso el arma en la nuca", sostuvo el titular de la institución de Sarandí.
"Hubo problemas con la Policía militar. Una vez que pasó lo del campo de juego, que empezaban a sacar armas, en el vestuario nos hicieron un embudo. Y en ese embudo el último soy yo y venían 50 militares sacando revólveres e Itakas", destacó.
Luego "empiezan a decirles a los jugadores que se tiraran al piso, cuerpo a tierra. Los muchachos se iban tirando, y veo cómo le ponen el arma en el pecho a (Gustavo) Alfaro", relató Grondona hijo.