Duelo a muerte en el Lejano Oeste
*Por Carlos Salvador La Rosa. Los candidatos a la gobernación de los tres principales partidos ya definieron el estilo comunicacional con el que intentarán captar el voto de los mendocinos. Iglesias pide que lo elijan a él y Pérez a un proyecto nacional. Rosales se asesora a sí mismo.
A poco más de un mes para las elecciones de octubre, tanto el PJ como la UCR y el PD ya han definido el perfil comunicacional de sus campañas donde lo determinante será el combate por la gobernación, ya que nadie parece discutir el triunfo presidencial de Cristina Fernández, mientras que a nivel municipal la lucha por las intendencias será más territorial que mediática.
Por eso el gran protagonismo lo están teniendo los candidatos a la gobernación, Roberto Iglesias por la UCR, Francisco Pérez por el PJ, Luis Rosales por el PD y habrá que ver con qué perfil van entrando en esta lucha los otros candidatos de los demás partidos.
Solo contra todos. Roberto Iglesias ha devenido la versión mendocina de "El llanero solitario", aquel personaje del far west al que sólo acompañaba su amigo piel roja, como a Iglesias sólo acompaña Juan Carlos Jaliff. Sabe que su carta de triunfo es convertir su principal defecto -la inmensa soledad que lo rodea- en su principal virtud. Tiene que convencer a los mendocinos de que lo que ellos necesitan es un gobernador, un individuo solo, que se plante contra todos como una "mula" cuya idiosincrasia es lo que le permitirá a Mendoza cruzar con éxito las arenas del desierto.
No es eso lo que más le hubiera gustado ya que hasta intentó ser más sociable de lo que naturalmente es, pero el destino lo llevó irremediablemente a la soledad, y ahora no le queda más remedio que comunicar que está solo no porque no le queda otro remedio, sino por libre elección.
Así, no sólo se despegó de Ricardo Alfonsín como hacen los peronistas con Celso Jaque a través del simple expediente de no mencionarlo jamás. No, Iglesias avanzó un paso más y pidió el corte de boletas, porque la "gente ya ha elegido presidente", mejor dicho presidenta. Por su lado, los intendentes radicales no sólo quieren despegarse de Alfonsín sino que también intentaron despegarse de Iglesias, anticipando sus comicios municipales.
No lo lograron, pero a partir de ese intento separatista, Iglesias ya no da un peso por el apoyo que "sus" intendentes le puedan aportar. Ni que hablar del "Viti" Fayad, que se limitará a mirar desde su Álamo municipal, fortalecido por una tandalada de votos que lo hará imprescindible para cualquiera que gane la gobernación. Y con respecto a las alianzas extrapartidarias, ya tuvo suficiente con su fallido acuerdo con los duhaldistas.
Entonces, Iglesias les propone a los mendocinos que de la inmensa e ininteligible lista sábana, sólo elijan un gobernador. Un gobernador solo, y por lo tanto fuerte, no dependiente de nadie ni de nada más que su propia voluntad.
Con todos menos con uno. Francisco "Paco" Pérez es "casi casi" la antípoda de la actitud de Iglesias. Decimos "casi casi" porque pretende mostrarse como el candidato más acompañado del mundo... acompañado por todos menos por uno, el gobernador Celso Jaque. En el spot publicitario inicial de su campaña apela desde el General San Martín hasta los intendentes justicialistas, para finalizar majestuosamente su mensaje con Cristina.
"Paco" Pérez quiere, necesita, desea que Iglesias pelee directamente con él, por eso lo torea hasta con la nimiedad de endilgarle que es demasiado viejo porque ni siquiera puede agacharse para jugar a las bolitas. O diciéndole que está demasiado enojado con la humanidad entera, con propios y con ajenos.
Pero Iglesias no quiere pelear directamente con él, sino con Jaque. Entonces, así como Pérez lo acusa de ser demasiado viejo, Iglesias acusa a Pérez de ser demasiado joven, apenas un retoño jaquista, por lo cual la pelea será con el "papá", no con su retoño. Desafío que a Celso Jaque le encanta ya que si no lo convocan los suyos a dar pelea, bienvenido sea entonces el convite de su adversario político.
Por eso es de presumir que Pérez retará a duelo a Iglesias pero Iglesias seguirá retando a Jaque, con lo cual, como en aquel legendario western italiano, "El bueno, el malo y el feo", el duelo peronista-radical acontecerá entre tres, sin que se sepa quién será acá el bueno, el malo y el feo.
Consultor de sí mismo. Luis Rosales es un experimento político de esos que de tanto en tanto aparecen por Mendoza. Se trata de un consultor político profesional que decidió dejar de asesorar -al menos por un tiempo- a otros políticos para asesorarse a sí mismo en tanto aspirante a la gobernación.
Busca mostrarse como el hombre que vino de afuera para salvar al PD, acompañado por el afamado publicista Dick Morris que lo postula nada menos que como el Obama cuyano, mientras que Rosales se propone a sí mismo como un Midachi algo más aburrido pero con igual apoyo de Macri. A la vez que enarbola como proyecto estratégico el de convertir a Mendoza en una San Luis institucionalmente más prolija.
Vale decir, todas las campañas que Luis Rosales hizo para decenas de candidatos las ha reunido en apoyo de sí mismo. Por la novedad del caso es imposible saber cómo le irá, pero no podemos dejar de resaltar la curiosidad.