Droga secuestrada en España: hoy declara el jefe del Aeródromo de Morón
El jefe del Aeródromo de Morón, Ricardo Palazón, declarará hoy como testigo en la causa en la que se investiga si los 944 kilos de cocaína secuestrados en España a principios de año fueron cargados en el país.
Fuentes de la investigación aseguraron a Télam que el juez en lo penal económico Alejandro Catania citó a declarar como testigo a Palazón, quien era el encargado civil de la aeroestación en la que se hallaba estacionado el Challenger 604 que fue piloteado por los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y Matías Miret, todos ellos detenidos en España.
Según confirmaron a Télam fuentes judiciales, la citación fue emitida para hoy a las 12 y el juez quiere preguntarle a Palazón cuáles fueron los controles que se le hicieron al lujoso jet mientras estuvo detenido en Morón.
Además se le preguntará, en el caso particular del avión, por qué se autorizó su permanencia en el lugar cuando no es habitual que un jet de esas características permanezca "hangarado" tantos días allí.
El aeródromo de Morón es público y Palazón es la autoridad máxima del lugar y funcionario de la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC), que fue creada en el 2007.
El magistrado Catania sospecha que el avión pudo haber sido cargado con los 944 kilos de cocaína en Morón, dijeron las fuentes.
El martes el juez Catania realizó una inspección ocular en la plataforma del aeródromo, como así también en los hangares pertenecientes a la empresa CATA, en la cual se acumulaban chatarras que estaban a punto de ser rematadas, explicaron.
Según determinaron los investigadores, el Challenger 604 de la empresa argentina Medical Jet, de la que Eduardo Juliá es el principal accionista, estuvo casi un mes estacionado en Morón hasta que el 30 de diciembre despegó hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Allí permaneció durante un día hasta que el sábado 1 de enero a las 20.44 partió hacia España, con una breve escala técnica de 50 minutos en Isla de Sal, en Cabo Verde, frente a las costas de Africa.
La aeronave aterrizó el 2 de enero en el Aeropuerto El Prat de Barcelona, donde ya la estaban esperando efectivos Antinarcóticos de la Policía Civil Española junto a varios perros adiestrados.
Los detectives encontraron los 944 kilos de cocaína ocultos en su interior y fueron detenidos los tres argentinos que tripulaban la nave, los hermanos Juliá, hijos del ex brigadier general José Juliá, y Matías Miret, hijo de otro ex brigadier que fue funcionario durante la dictadura militar.