Dramático rescate de un nene al que sus padres dejaron encerrado en una camioneta en Flores

Efectivos de La Policía de la Ciudad rescataron ayer por la tarde a un niño de cuatro años cuyos padres habían dejado encerrado en una camioneta en el barrio porteño de Flores.

El hecho ocurrió sobre la calle Bogotá al 300, donde personal de la Comisaría Vecinal 7C realizaba tareas de prevención. En ese momento, los oficiales escucharon el llanto de un nene que estaba dentro de una camioneta Renault Kangoo estacionada.

Una vez que tomaron conocimiento de que el chico estaba encerrado, los oficiales buscaron a los adultos responsables, pero al no encontrarlos se decidieron por romper uno de los vidrios traseros del vehículo con la tonfa policial y lo rescataron. Del operativo participaron cuatro agentes, bajo la atenta mirada de varios vecinos que se acercaron al lugar del hecho.

Pocos minutos después, los padres del niño se hicieron presentes. Al consultar con la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 24, a cargo de Pagano Mata, “se dispuso la notificación de la causa a los progenitores y la entrega del menor a los mismos”, concluyeron las fuentes del Gobierno porteño.

Por otra parte, también este martes por la noche, personal de la Comisaría Vecinal 1E de la Policía de la Ciudad arribó a un hotel tras un llamado al número de emergencias 911, dado que una beba “no respondía a los estímulos”.

El hecho ocurrió en un hotel de la calle Yrigoyen al 400. Al llegar al lugar, los efectivos se encontraron en el hall con una mujer de 27 años que tenía en sus brazos a una bebé de apenas 15 días de vida que no podía respirar.

Debido a la urgencia del caso, los oficiales le realizaron maniobras de RCP a la menor, logrando que rápidamente volviera a respirar de forma normal. Luego, se trasladó a la pequeña y a su madre al Hospital Argerich, para llevar a cabo los controles clínicos pertinentes.

A su vez, pocos días atrás, un niño de apenas dos años fue rescatado de un pozo tipo aljibe en la localidad de Valle Hermoso, en Córdoba. En esa ocasión, los efectivos entrevistaron a una joven de 23 años, quien pedía auxilio porque su hijo de dos años había caído dentro de un pozo.

El personal policial realizó el corte de intersección para optimizar el trabajo en el lugar y el ingreso de vehículos de emergencia, se solicitó el servicio médico y una dotación de bomberos, quienes finalmente fueron quienes junto a varios policías descendieron al pozo, que tenía una profundidad de alrededor de siete metros. Afortunadamente, también pudieron rescatar al niño.