Dramático pedido de Justicia de Bagnato, el sobreviviente de la Masacre de Flores: "Ellos deciden si sigo vivo o no"
Matías Bagnato reclamó, en una inédita audiencia en Casación, que no liberen al asesino que quemó viva a toda su familia.
No pegó un ojo en toda la noche, pensando en el momento en que iba a verse cara a cara, 24 años después, con el asesino que quemó viva a toda su familia. Pero ese encuentro finalmente no se dio, porque Fructuoso Álvarez González (56), el español condenado a perpetua por la "Masacre de Flores", no asistió a la audiencia judicial.
Matías Bagnato (40) habló durante poco más de 20 minutos ante la Cámara Nacional de Casación Penal y les rogó a los jueces que no liberen al múltiple homicida. "Tienen la decisión en sus manos de si sigo vivo o no", afirmó. La resolución se conocerá "en 20 días hábiles", es decir, al final de la segunda semana de mayo.
"Llegué muy nervioso, estuve sin dormir toda la noche. En estos días hasta soné con el incendio. Hasta último momento no sabía si lo iba a ver o no al asesino", le contó a Clarín el sobreviviente de la masacre, quien concurrió a la audiencia junto a su abogada Rogelia Pozzi.
Matías, que en 2002 contó su terrible historia en el reality Gran Hermano, adonde fue finalista, sostuvo: "Era un paralelismo de lo que viví cuando tenía 16 años, una destrucción psicológica terrible, pero en el tribunal me cuidaron mucho y centré mi declaración en lo que vengo viviendo".
Bagnato les dijo a los jueces su sensación de estar en una habitación quemándose vivo y "lo que fue aprender a vivir de un día para el otro sin el beso de mi vieja y sin el consejo de mi viejo".
Según le comentaron en la audiencia, aunque no de manera oficial, Álvarez González no fue para evitar la exposición ante los medios de prensa.
"Les pido a los jueces que evalúen lo que dicen los psicólogos, que aseguran que (el múltiple homicida) no tiene arrepentimiento por lo que hizo y que es un psicópata. Tienen todas las herramientas para que esta bestia no salga", manifestó Matías.
La sala I de Casación está integrada por Gustavo Bruzzone, Luis García y Luis Niño. Ellos deberán resolver si admiten o no el pedido del defensor oficial para aplicar la ley de extrañamiento, que permite a los extranjeros recurrir a ese beneficio después de cumplida la mitad de la condena. El año pasado, el juez de Ejecución Penal 1, José Pérez Arias, no hizo lugar a la solicitud y luego la defensa del condenado apeló ante la Cámara de Casación Penal, en cuyas manos quedó la suerte del asesino.
Fue la primera vez que una víctima participó de una audiencia luego de entrar en vigencia (el año pasado) la ley respectiva. Se hizo porque la defensa de Álvarez González solicitó que el condenado termine de cumplir la pena en su país natal (nació en Asturias), lo que es rechazado por el único sobreviviente de la masacre, cometida el 17 de febrero de 1994 en lo de los Bagnato, en la calle Baldomero Fernández Moreno 1906. Allí, Álvarez González, amigo y socio del dueño de casa, roció la propiedad con nafta y la prendió fuego. Se habían peleado por un negocio.
En el lugar murieron José Bagnato (42); su esposa, Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9); y Nicolás Borda (11), un amiguito que se quedaba a dormir fuera de su casa por primera vez en su vida. Matías, entonces de 16 años, saltó por una ventana entre las llamas y se salvó.
En noviembre de 1995, el asesino fue condenado a perpetua. Pero en 2004 lo extraditaron y, por un error procesal, lo liberaron en 2008. Finalmente fue recapturado en la Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Matías, llamándolo a su casa en la que hoy vive hoy con su abuela Norma Calzaretta, actualmente de 89 años.