Dos sacerdotes de un instituto para chicos sordomudos, uno con antecedentes, detenidos por abuso sexual
Los aberrantes hechos ocurrieron entre el 2007 y el 2009. Hay al menos 60 casos y además se detuvo a otros tres empleados del colegio.
Dos sacerdotes fueron detenidos en Mendoza acusados de abusar sexualmente de, al menos, 60 chicos sordomudos e hipoacúsicos. Uno de los curas cuenta con antecedentes por hechos similares, sucedidos en Italia hace 30 años.
Los reprobables sucesos ocurrieron entre los años 2007 y 2009, pero recién salieron a la luz a partir de la denuncia de una integrante de una asociación de sordos, quien acusó el delito del cual fue testigo ante la senadora del radicalismo Daniela García.
"Una chica hipoacúsica le confiesa a una intérprete con la que tiene confianza los hechos que había presenciado años atrás y que tenia vergüenza de contarle a los padres. La intérprete se acercó hasta la senadora y a partir de allí la derivamos a una psicóloga", relató Alejandro Gulle, procurador de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, en diálogo con el programa Hola Chiche (AM 950).
Los abusos a chicos y chicas, que incluían acceso carnal, manoseos y sexo oral, sucedieron en el Instituto para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo de la ciudad de Luján de Cuyo. Los investigadores no descartan que pudieran haberse extendido hasta la actualidad ni que haya más implicados y nuevas detenciones.
Hasta el momento, fueron detenidas seis personas. De los dos sacerdotes, uno se llama Nicola Corradi, tiene 82 años, es italiano y figura en la lista de curas sospechados de abusos en Italia, razón por la cual habría sido destinado a Argentina, para alejarlo del escándalo.
El Instituto tiene su sede principal en la ciudad de Verona (Italia) y cuenta con tres subsedes en Mendoza, Salta y La Plata.
"Los antecedentes en Italia los estamos tramitando, pero en internet aparece involucrado en problemas judiciales en Verona hace 30 años", remarcó Gulle.
Horacio Corbacho, el otro párroco, tiene 56 años. Junto a Corradi fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal. De ser declarados culpables podrían recibir una pena de prisión de 6 a 15 años.
Otro de los imputados es José Luis Ojeda, ex alumno que siguió trabajando en el establecimiento, a quien se lo señala como el encargado de "elegir" a los alumnos y llevarlos a la "casita de Dios", donde se producían los abusos. Está acusado por abuso sexual en indeterminada cantidad de ocasiones y por corrupción de menores, lo que podría costarle de 3 a 10 años en la cárcel.
Además, hay otros tres detenidos, entre los que se cuentan dos empleados administrativos y un jardinero.