Dos por uno en cambio de sexo
Eran mejores amigos y ambos decidieron cambiar de sexo. Ahora son dos chicas adolescentes que salen de Shopping y compran maquillaje.
Como cualquier chico, Richard tenía su mejor amigo del barrio: Nathan. Juntos jugaban al football y aspiraban a ser mayores y conocer chicas. Sin embargo, los deseos de esta pareja de hombrecitos fue mutando a tal punto que, ambos, eligieron cambiar de sexo en la adolescencia.
Ahora, dicen llamarse Cindy Jackson y Natalie Bremmer y gustar pasear en los shoppings y compartir maquillaje.
Tienen tan sólo 18 años y a pesar de ser travestis, tienen muy definido qué les depara la vida después del secundario: “convertirse en mujeres por medio de una operación de reasignación de sexo”, como contaron al sitio inglés The Sun.
“Siempre supe que quería ser mujer. Aún cuando enía 2 años usaba una cartera y sobrero y mamá sabía que había algo distinto en mí. Cuando conocí a Natalie supe que era igual que yo”, contó Natalie, mientras que, Cindy, recordó sus años en el colegio de la localidad inglesa de Leeds: “Éramos como dos mejores amigas. No teníamos amigos varones, estábamos siempre con las chicas”.
Ahora que la imagen que les devuelve el espejo se asemeja con su realidad mental, las adolescentes planean hacerse la operación al mismo tiempo.
Para eso, Cindy ya comenzó el tratamiento de hormonas femeninas que le dará rasgos como un incipiente talle de corpiño y una figura más estilizada.
De hecho, mientras Cindy se maquilla para ir a clases desde que tiene 16 años, Natalie intentó volver “más masculino” hace un par de años.
“Me rapé la cabeza y me fui a vivir con un primo y trataba de ser más hombre”, relató. Las explicaciones y los preconceptos estuvieron a la orden del día.
“La gente creía que éramos gays, pero nosotras sabíamos la verdad”, señaló Natalie.
Según la ley británica, ella debe pasar dos años viviendo como una mujer antes de que se le permita iniciar el tratamiento con hormonas femeninas.
Por ahora, las dos esperan llegar a cumplir con los requisitos para convertirse en mujeres, mientras siguen compartiendo sus secretos de belleza.
Ahora, dicen llamarse Cindy Jackson y Natalie Bremmer y gustar pasear en los shoppings y compartir maquillaje.
Tienen tan sólo 18 años y a pesar de ser travestis, tienen muy definido qué les depara la vida después del secundario: “convertirse en mujeres por medio de una operación de reasignación de sexo”, como contaron al sitio inglés The Sun.
“Siempre supe que quería ser mujer. Aún cuando enía 2 años usaba una cartera y sobrero y mamá sabía que había algo distinto en mí. Cuando conocí a Natalie supe que era igual que yo”, contó Natalie, mientras que, Cindy, recordó sus años en el colegio de la localidad inglesa de Leeds: “Éramos como dos mejores amigas. No teníamos amigos varones, estábamos siempre con las chicas”.
Ahora que la imagen que les devuelve el espejo se asemeja con su realidad mental, las adolescentes planean hacerse la operación al mismo tiempo.
Para eso, Cindy ya comenzó el tratamiento de hormonas femeninas que le dará rasgos como un incipiente talle de corpiño y una figura más estilizada.
De hecho, mientras Cindy se maquilla para ir a clases desde que tiene 16 años, Natalie intentó volver “más masculino” hace un par de años.
“Me rapé la cabeza y me fui a vivir con un primo y trataba de ser más hombre”, relató. Las explicaciones y los preconceptos estuvieron a la orden del día.
“La gente creía que éramos gays, pero nosotras sabíamos la verdad”, señaló Natalie.
Según la ley británica, ella debe pasar dos años viviendo como una mujer antes de que se le permita iniciar el tratamiento con hormonas femeninas.
Por ahora, las dos esperan llegar a cumplir con los requisitos para convertirse en mujeres, mientras siguen compartiendo sus secretos de belleza.