Don Gato y su pandilla
Su banda no estaba integrada precisamente por otros felinos.
En una penitenciaría de Komi, al norte de Rusia, fue pescado in fraganti un gato que trasladaba sobre su lomo un extraño bulto con destino a los presos del correccional. La enigmática mochilita que portaba el felino no contenía precisamente hígado o alimento balanceado. Cuando el guardia descubrió al animal y examinó el contenido se encontró con dos teléfonos celulares, baterías y cargadores de teléfonos.
El inocente michi, cuyo alias aún no se ha informado, obviamente no era un adicto a la nueva tecnología sino que le adosaron estos elementos para que llegaran a manos de los reclusos. Esta modalidad de regenteo felino no es nueva, a fin del año pasado ocurrió algo similar en una cárcel de Arapiraca (Brasil), cuando fue descubierto un gato ingresando muy campante, en la noche de Año Nuevo, por la puerta principal portando hojas de sierra, brocas y un teléfono móvil pegado a su cuerpo. Así que ¡atenti Matute!